La crisis climática sigue acrecentándose, provocando daños irremediables sobre el medio ambiente. Según un estudio científico llevado a cabo por la Universidad de Colorado, el Océano Ártico podría quedarse sin hielo en menos de 10 años.
El trabajo, publicado en la revista especializada Nature Reviews Earth & Environment, reveló que para el fin de este siglo el fenómeno de deshielo podría durar varios meses.
Una pérdida «inevitable»
El reporte estuvo a cargo de la profesora especializada en Ciencias de la Atmósfera, Alexandra Jahn. Ella, junto a su equipo, analizó distintos datos sobre la cobertura de hielos marinos en el Polo Norte, a partir de modelos climáticos creados por computadora.
Si bien la pérdida es «inevitable», las consecuencias podrían revertirse si el planeta se enfría. Los científicos explicaron que el primer día sin hielo en el Ártico sería en 10 años menos de lo esperado. De hecho, cerca del 2050 será factible que haya un mes entero sin hielo flotante.
Deshielo. Foto: UnsplashDeshielo. Foto: Unsplash
Los autores remarcaron que habrá agua por un tiempo determinado, pero que una masa menor a 1 millón de kilómetros cuadrados congelados implicaría un Polo Norte «libre de hielo» a futuro. Esto equivale a menos del 20% de las regiones congeladas que había en la década de 1980.
«Cuando se trata de comunicar lo que los científicos esperan que suceda en el Ártico, es importante predecir cuándo podremos observar las primeras condiciones sin hielo, que aparecerá en los datos satelitales diarios», analizó Jahn.
Las causas del deshielo
Según la autora del estudio, las emisiones de gases de efecto invernadero fueron la principal causa del adelantamiento de este fenómeno.
Gases de efecto invernadero. Foto: Unsplash.
Este repentino derretimiento tendrá un gran impacto sobre la fauna de la región, en particular de osos polares y focas. Además, los peces migrantes perderían la capacidad de trasladarse.
Quienes también se verán afectadas son las comunidades que viven cerca de la región costera debido a que estos témpanos evitan que las olas impacten con fuerza sobre las orillas. La principal consecuencia sería la erosión y el riesgo de maremotos, explicaron.
«Esto transformaría la región en un entorno completamente diferente, desde un Ártico blanco de verano a un Ártico azul. Por lo tanto, incluso si las condiciones sin hielo son inevitables, todavía necesitamos mantener nuestras emisiones lo más bajas posible para evitar una estación prolongada», cerró la profesora de la Universidad de Colorado.
Fuente: Planeta 26