El caldo de huesos es una receta ancestral que ganó popularidad en la cocina debido a sus notables beneficios para la salud. Está elaborado a partir de huesos de animales y su valor en la salud radica en la riqueza de nutrientes esenciales como calcio, magnesio y fósforo, que son fundamentales para la salud ósea y la función articular.
Este nutritivo caldo se prepara hirviendo huesos de carne o pollo, a menudo junto con vegetales y especias, durante varias horas para extraer colágeno y gelatina que adquieren roles cruciales en la salud. El colágeno preserva la elasticidad de la piel y la integridad de los tejidos, mientras que la gelatina mejora el funcionamiento de las articulaciones y facilita una digestión eficiente.
1-Seleccionar los huesos adecuados: Se pueden utilizar huesos de pollo, ternera, cerdo o pescado.
3-Limpiar y lavar los huesos: Antes de cocinarlos, es importante limpiar bien los huesos y enjuagarlos con agua fría para eliminar impurezas y residuos.
3-Preparar los ingredientes adicionales: Se pueden agregar
verduras como cebolla, zanahoria, apio y perejil para enriquecer el sabor y los nutrientes del
caldo. También es recomendable añadir especias como laurel o pimienta.
4-Cocinar a fuego lento: Colocar los huesos y los ingredientes en una olla grande, cubrirlos con agua fría y llevar a ebullición. Una vez que hierva, reducir el fuego al mínimo y cocinar a fuego lento durante varias horas.
5-Espumar y remover: Durante la cocción, se formará espuma en la superficie. Es necesario retirarla con una cuchara para mantener el
caldo limpio y remover de vez en cuando para asegurar una cocción uniforme.
6-Filtrar y almacenar: Cuando el caldo esté listo, se deben retirar los huesos y las
verduras. Luego, se debe colar el caldo para eliminar las partículas sólidas y guardarlo en recipientes adecuados.
Fuente: Vía País