Seguramente alguna vez compraste paltas a las que le faltaba un poco de maduración, proceso que después suele ser bastante lento. Por eso, existe un truco infalible para detectar cómo están en ese momento y no llevarse una desilusión luego.
Debido a su textura cremosa, si la palta no se consume cuando ya está madura, de lo contrario puede presentar un sabor desagradable, por eso es necesario comerla una vez que ya se encuentra a punto.
Cómo saber si la palta está madura
La madurez de la palta se puede conocer fácilmente a través del tacto. Solo tenés que apretarla suavemente con los dedos para saber si la piel se encuentra muy dura, lo que significaría que aún no maduró. Por el contrario, si los dedos se hunden un poco, quiere decir que ya está lista para comer. A su vez, si cede demasiado y está muy blanda, puede significar que está pasada.Otras recomendaciones a la hora de comprar palta
Sacale el rabito, es que el color debajo de él indicará en qué estado se encuentra la fruta. Si aún está verde significa que necesita más maduración. En cambio, si está amarillo, la palta está lista para comer.
Observar el color de la piel. Cuanto más negra está significa que su maduración se encuentra avanzada.
Cuál es el truco para hacer que las paltas maduren más rápido
El secreto para que las paltas maduren más rápido es almacenarlas en una bolsa de papel, preferiblemente junto a frutas que liberan etileno, como las manzanas o las bananas. Este gas natural acelera el proceso de maduración de las frutas cercanas.
Al colocar la palta en una bolsa de papel, lo que lográs es atrapar el etileno que liberan estas frutas, lo que crea un microambiente ideal para que la palta alcance su punto óptimo en menos tiempo.
La bolsa de papel es clave porque permite una correcta circulación del aire mientras retiene el etileno, a diferencia de las bolsas de plástico, que pueden atrapar demasiada humedad y hacer que la fruta se pudra. Si no tenés bolsa de papel, podés utilizar diarios para envolverlas.
Con este método, la palta puede estar lista para comer en cuestión de dos o tres días, de acuerdo a qué tan verde estaba cuando la compraste.
Ahora, ¿qué hacemos cuando ya están maduras? Una vez que están listas para comer, podés guardarlas en la heladera para retrasar su deterioro, pero solo en ese momento. De lo contrario, el frío puede detener el proceso de maduración e incluso alterar la textura de la fruta.
Así que, si estás apurado por disfrutar de una palta lista para tu próxima ensalada o guacamole, olvídate del frutero y buscá una bolsa de papel, o en su defecto un diario.
Fuente: TN