Fue condenado por la muerte de dos niños y podría quedar en libertad en solo 12 días

A 26 años del aberrante doble crimen de los hermanitos Melani y Octavio Leguina en la provincia de Salta, uno de los condenados por el hecho agotará su pena y en los próximos días podría quedar en libertad. Entre el dolor y la bronca por la noticia, el padre de las víctimas advirtió: “Ya nos arrebataron a nuestros hijos, no podemos permitir que tengan la oportunidad de hacerlo de nuevo”.

Marcelo Torrico había sido condenado a la pena de 25 años de prisión por el secuestro, asesinato y violación de los menores, que tenían apenas siete y nueve años cuando ocurrió el ataque en mayo de 1998.

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El próximo 28 de octubre será el día que Torrico termine de cumplir su sentencia. Hace algunos años, él mismo expresó que si queda libre se irá de Salta y regresará a su país natal, Bolivia.
El doble crimen de Melani y Octavio

El 4 de mayo de 1998 Melani y Octavio fueron vistos por última vez. Era lunes y los hermanitos salieron de su casa temprano, como lo hacían habitualmente, rumbo a la Casita de Belén, en el barrio San José para poder desayunar y de allí iban a la escuela Nuestra Señora de la Candelaria de Villa Costanera. Pero no llegaron.

En el camino los chicos fueron secuestrados por Torrico y un amigo de este, Ariel Brandán. Los hombres los llevaron en auto hasta un descampado en la zona sur de la ciudad y en ese lugar los torturaron y los asesinaron a golpes. Incluso, Brandan obligó a Octavio a mirar cómo su compañero violaba a la hermana.

Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados seis días después. Según publicó el portal Informate Salta, sus cabezas estaban destrozadas. Los habían asesinado a golpes de piedra.

Después de casi un año de investigación, el primero en caer fue Ariel Brandán. Poco después corrió la misma suerte Torrico, quien en su primera declaración se hizo cargo de la violación de la nena, pero acusó a su cómplice por los crímenes.

Pese a las versiones cruzadas, la Justicia probó que la noche del 3 de mayo de 1998 los dos hombres bebieron alcohol y consumieron sustancias hasta la madrugada, y fue entonces cuando decidieron secuestrar a dos de los hijos de Miguel Ángel Leguina para vengarse, ya que lo acusaban de haberles “mejicaneado” (robado) droga.

En diciembre de 1999 la Justicia los condenó a 25 años de prisión.
“No deben estar en la calle”

En una entrevista con El Tribuno, Leguina expresó su preocupación ante la posibilidad de que Torrico recupere su libertad el próximo 28 de octubre. “Quiero decirle a los señores jueces que, antes de que tomen la determinación de soltar a estos maniáticos psicópatas, piensen bien que hay otros chicos”.

Y subrayó: “Estos hombres no deben estar en la calle. Ya nos arrebataron a nuestros hijos, no podemos permitir que tengan la oportunidad de hacerlo de nuevo”.

Fuente: TN