Lorena Saldaña, socia de la Cooperativa de Agua de Cortaderas, expuso que el conflicto por el corte del servicio y los aumentos desmedidos lleva años: «En estos últimos 4 años se evidenció la falta de obras, mientras nuevos usuarios se sumaron al sistema sin incrementar la disponibilidad de agua».
Saldaña señaló que, de las seis o siete tomas de agua en la localidad, solo una pertenece a la Cooperativa, es privada y tiene tarifas elevadas, mientras que otros barrios y parajes sí cuentan con el servicio. «Nosotros no tenemos agua ni obras», afirmó.
Además, denunció irregularidades en la administración, como el reemplazo en menos de un mes de la presidenta elegida por los socios: «La misma gente que viene gestionando mal sigue al frente y no hay avances, los vienen sucediendo los mediocres».
Actualmente, el casco histórico de Cortaderas enfrenta una emergencia hídrica que afecta a emprendedores, gastronómicos y hoteleros, el núcleo comercial de la localidad. Ante esta situación, los socios contrataron un estudio jurídico para exigir que todas las partes involucradas busquen una solución inmediata en la justicia.