Se abrió paso un debate en los últimos días sobre la posibilidad de incrementar la importación de medicamentos desde países con certificaciones sanitarias. No obstante, esta decisión podría no reducir los precios en Argentina y, en este sentido, aumentaría la dependencia comercial. La solución, para expertos, está en fortalecer la prescripción de genéricos y la producción pública estratégica, en lugar de comprar de afuera medicación con menos controles de calidad.
Dichos certificados de la autoridad sanitaria de origen se basan en los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Deben ser fabricados en plantas que cumplan con Buenas Prácticas de Fabricación certificadas por la ANMAT o agencias equivalentes de Estados Unidos o Europa, con el objetivo de reducir sus precios.