La familia de Lautaro Alvaredo continúa haciendo vigilia en una clínica de Moreno, a la espera de algún avance en su estado de salud. Después de haber sido salvajemente golpeado por cuatro jóvenes a la salida de un boliche, tiene muerte cerebral.
“Si bien tiene muerte cerebral, esperamos que el chico salga adelante. No autorizaron al Incucai a que haga el procedimiento, por lo cual seguiremos esperando a que el chico pueda salir”, contó Silvio Ortuondo, auditor de la clínica.
El médico, de todos modos, aclaró: “Las expectativas son nulas y el tiempo de recuperación solo Dios lo sabe. La indicación siguiente es autorizar al Incucai e intubar al paciente”.
“La realidad es que el joven no ha tenido evolución. Cuando llegó al establecimiento tuvo un paro y se lo reanimó e intubó. Ahora la decisión los tienen los padres”, concluyó.
Ortuondo comentó que la familia de Lautaro “está destruida” y que su consejo fue el de “hacer el milagro para otras personas, que autoricen al Incucai para donar sus órganos para quienes están esperándolos así pueden vivir”.
Hoy en día, la Policía continúa buscando al joven, quien fuera el presunto asesino. Distintas versiones apuntan a que se habría fugado con su padre.
Fuente: C5N
