En un reciente informe el Bank of America (BofA) contesta a las principales dudas que se plantean los inversores en la actualidad.
Tanto en Wall Street como en Europa de a poco se van desinflando las expectativas de recortes de las tasas de interés. Al respecto, tampoco ayudan los últimos datos económicos conocidos que desalientan una pronta relajación monetaria.
En este contexto, todos miran a la Reserva Federal (Fed) porque será la guía para el resto de la banca central mundial este año. Por eso los estrategas del BofA procuran responder cinco temas claves para el mercado, entre ellos, qué pasaría si en lugar de demorar la baja de tasas, la Fed las sube. A continuación, las preguntas que se hacen los inversores.
¿Qué pasa si la Reserva Federal no hace recortes este año?
Para el BofA aunque no haya recorte de las tasas el índice S&P 500 aún puede registrar ganancias, porque el 30% de la capitalización bursátil del índice es positiva en términos netos, mientras que otra parte está orientada a una mayor inflación/crecimiento nominal del PIB/crecimiento real de los salarios, los factores que retrasarían el primer recorte.
Los analistas del banco consideran que los consumidores pueden aguantar, como lo vienen haciendo, ya que los jubilados se benefician de los rendimientos del efectivo y los consumidores de rentas bajas y medias de la escasez de mano de obra. Por eso estiman que si no hay recortes se frenaría una recuperación total en áreas sensibles al crédito con riesgos de refinanciación como el sector inmobiliario, y el de las pequeñas capitalizaciones de mayor riesgo.
De todos modos, más allá de lo que haga la Fed su visión es positiva sobre las acciones por lo ya hecho por la Fed.
¿Cuándo se ampliará el mercado y por qué?
De acuerdo con las proyecciones de BofA, esto ocurrirá en junio o antes, por cuatro razones:
- 1) porque se prevé que los beneficios del S&P 493 competirán con los de los 7 Magníficos en el tercer trimestre y los eclipsarán en el cuarto;
- 2) porque en los años electorales se ha producido un repunte de la volatilidad de julio a noviembre, y la reducción del riesgo por parte de los fondos activos y de índices podría perjudicar de forma asimétrica a las empresas de Telecomunicaciones, Media y Tecnología, y a las mega-capitalizaciones;
- 3) porque los 7 Magníficos tienen un precio de perfección eterna, no de desaceleración relativa en 24 meses; y
- 4) porque BofA prevé un recorte de tasas en EE.UU. en junio. Además, los riesgos para la ampliación incluyen ventajas de escala: mejores balances/bolsillos más profundos, más vastos almacenes de datos para casos de uso de la Inteligencia Artificial (IA) y menos riesgo regulatorio del que cabría esperar dada la carrera armamentística global en la primacía de la tecnología y la IA.
¿Por qué las pequeñas capitalizaciones?
Se espera una recuperación de las acciones rezagadas del año pasado y de la última década, dado que los beneficios están en mínimos, la Fed tiene previsto recortar en junio, los indicadores están cambiando y las pequeñas y medianas capitalizaciones cotizan con un descuento histórico del 30% frente a las grandes capitalizaciones.
Si bien el mercado apuesta a estas empresas de menor capitalización, las apuestas no se han concretado debido a ciertos riesgos como que no haya baja de tasas y a condiciones crediticias más débiles ya que el 40% de la deuda es flotante a corto plazo.
¿Por qué gustan las acciones con alta rentabilidad por dividendo?
La recesión de beneficios de 2023 no fue benévola con las rentabilidades por dividendo, pero los indicadores macro/micro sugieren una recuperación sostenida de los beneficios a partir de ahora y el ratio de reparto del S&P 500 es del 35%, justo por debajo de los mínimos históricos del coronavirus. Además, creen que la renta variable tiende puentes sobre señales macro confusas como ser una inflación pegajosa y las tasas cortas máximas.
Incluso en 2022, el año de las subas, la rentabilidad de los dividendos se situó por delante en más de 15 puntos porcentuales gracias a la protección frente a la inflación y las bajas. Señalan que miles de millones de dólares en efectivo de los jubilados podrían pasar a la renta variable si las tasas de corto cayeran por debajo del 5%. Al respecto, explican que el factor de rentabilidad de los dividendos de BofA cotiza con un descuento del 25% con respecto al crecimiento de los dividendos.
¿Entonces, si la indexación resulta menos atractiva, qué acciones comprar?
El listado de los estrategas de BofA considera a 80 Magníficos, empresas con mayor potencial de ingresos por renta variable que el efectivo. Advierten que a partir de ahora la macro-inversión temática puede quedar relegada a un segundo plano frente a los fundamentos de las empresas, ya que cada sector tiene sus beneficiarios de IA, las víctimas del crédito, los ganadores/perdedores de elecciones, etc. y algunas empresas pueden acortar la duración, otras no.
Según el análisis del BofA, en el S&P 500 hay 90 empresas cubiertas con un potencial alcista superior al 20% respecto a sus objetivos de precio, y casi la mitad (237) de las empresas del S&P 500 tienen un potencial alcista superior al 10% respecto a sus precios objetivo.
Fuente: Ámbito