Estos remedios caseros son la solución definitiva para combatir el resfrío

El resfrío es una enfermedad común y que puede aparecer consecuentemente, Los adultos tienen un promedio de 2 a 3 resfríos por año y los niños aún más. Para esta enfermedad existen remedios caseros para volver a la normalidad rápidamente.

Tomar lo suficientemente té:

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El té de hierbas como el de flor de tilo, manzanilla, tomillo o flor de saúco es tu aliado. No solo te mantiene hidratado, sino que también posee propiedades calmantes y antiinflamatorias que ayudarán a combatir los síntomas desde adentro. Además, ayuda a licuefacer el moco, facilitando el proceso de limpieza de nariz y bronquios.

Gárgaras reconfortantes:

El dolor de garganta es a menudo el primer signo de un resfrío. Hacer gárgaras con agua salada o té de salvia (1/2 cucharadita en 1 vaso de agua tibia) puede aliviar estos molestos síntomas y brindarte alivio.

Baño frío terapéutico:

Si sentís que se avecina el resfriado, metete en un baño no demasiado caliente (máximo 39 grados) con aceites esenciales como eucalipto, aguja de pino o tomillo. Este baño terapéutico puede ayudar a aliviar los síntomas y proporcionar un respiro necesario.

Descanso y relajación:

Cuando estás resfriado, tu cuerpo necesita energía para combatir los patógenos. Asegurate de descansar lo suficiente, evitar el estrés y reducir la actividad física. Permitir que tu cuerpo descanse es clave para una recuperación más rápida.

Remedios caseros tradicionales:

Envolturas de papa, jugo de cebolla y sopa de pollo son remedios caseros tradicionales que han demostrado su eficacia en varias enfermedades a lo largo del tiempo. Estos alimentos reconfortantes y nutritivos ayudan a fortalecer tu sistema inmunológico y acelerar la recuperación del resfrío.

Inhalaciones relajantes:

Las inhalaciones con vapor de agua, impregnadas con hierbas como menta o manzanilla, son ideales para humedecer las vías respiratorias y aliviar el moco viscoso de resfrío. Recordá inhalar profundamente y con calma, alternando entre respirar por la boca y la nariz.

Sonarse la nariz correctamente:

Cuando te suenes la nariz, asegurate de hacerlo correctamente para evitar problemas en los senos paranasales. Mantené una fosa nasal cerrada mientras soplas la otra, evitando sonar demasiado fuerte. Cuidar este detalle puede prevenir inflamaciones adicionales y acelerar tu recuperación del resfrío.

Mantener el calor es esencial:

Usá una bufanda alrededor del cuello y, si tenés dolor de garganta, utilizá una toalla para mantenerlo abrigado. Mantener los pies calientes con una botella de agua caliente también es útil, siempre y cuando no tengas fiebre. Recordemos que el calor contribuye a una mejor circulación sanguínea y ayuda a prevenir la propagación de virus en el cuerpo y a recuperarse rápidamente de la enfermedad.

Fuente: Mdz