Un hombre de 56 años fue condenado por contagiar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) a su expareja. Se trata de un fallo histórico en la Ciudad de Buenos Aires, enmarcado en el delito de violencia de género.
En el expediente se destaca que el acusado, sabiendo de su enfermedad, “no tomó recaudos para evitar contagiarla y que eso le provocó un debilitamiento permanente en su salud”.
“El fallo de la Justicia, el primero registrado para este delito, homologó el acuerdo de avenimiento alcanzado entre las partes, por el que se condenó al imputado a la pena de tres años de prisión en suspenso”, detalla la resolución. A su vez, se acordó la reparación civil del daño causado a la víctima, por el que el imputado deberá abonarle la suma de 40 mil dólares.
Otra de las cuestiones que se resalta en el expediente es que se establecieron reglas de conducta en las que el acusado no podrá tener ningún contacto por tres años con la víctima. También, la realización de 80 horas de tareas de utilidad pública en la Fundación Cáritas, la obligatoriedad de realizar un taller sobre Violencia de Género, fijar residencia y notificar cualquier cambio.
El caso
El caso se inició con la denuncia de la víctima luego de tomar conocimiento de su afección, la cual le provocó una “trombosis que se transformó en una necrosis de por vida en las venas ilíaca y femoral y una edematización, también permanente, de su pierna izquierda”.
La investigación de la fiscalía recolectó diversas pruebas, como análisis médicos y testimonios, que permitieron establecer que el imputado tomó conocimiento de su enfermedad en marzo de 2013.
“La relación de pareja con la víctima se mantuvo entre los años 2011 y 2016, lapso en el cual mantuvieron relaciones sexuales sin ningún tipo de profilaxis para evitar la transmisión de enfermedades, evidenciando que el hombre no tomó recaudo alguno para impedir su contagio por transmisión sexual”, explica el documento.
Frente a ello, la Fiscalía PCyF Nº 36 especializada en Violencia de Género, a cargo de Adrián Dávila, lo imputó por el delito de contagio de una enfermedad de transmisión sexual, junto a lesiones graves y gravísimas, agravadas por el vínculo y el género.
Finalmente, tras el acuerdo de avenimiento homologado por la jueza Fernanda Botana, del juzgado 5, se lo condenó a la pena de tres años de prisión en suspenso.
Fuente: Mdz