La muerte de Gustavo Corbino, el hombre de 53 años que dormía en uno de los cajeros del rectorado de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), causó indignación en las redes sociales de San Luis.
Varios usuarios de las redes sociales cuestionaron que no hubo organismos oficiales que se encargaran de darle contención y ayuda, incluso después de una pelea que lo dejó herido.
En octubre del 2022, Corbino fue golpeado por otras personas en situación de calle, en una riña en el cajero ubicado en las escalinatas de ingreso al Rectorado.
Aquella vez sufrió golpes y un profundo corte en el rostro. Supuestamente, lo atacaron para robarle $700 que tenía consigo.
El hombre, luego volvió a dormir en la zona. Desde hace un tiempo, descansaba en el cajero situado en avenida Ejército de los Andes y Estado de Israel. Allí lo encontró sin vida personal de seguridad bancaria, que tenía que realizar tareas en el lugar, este jueves minutos después de las 8.30 de la mañana.
Los empleados bancarios dieron aviso a la Policía y personal de Salud, que constató que ya no tenía signos vitales.
“Por vos Gustavo y por tantos más te juro que como sea ese albergue que siempre quise construir lo voy a hacer. Descansa en paz sin dolor ni frío ni hambre. Pero San Luis no puede tener gente muriendo de frío en las calles”, posteó Elisabeth en Facebook.
Otra usuaria recordó que Gustavo “sufría alcoholismo” y en los refugios y hogares no se podía quedar mucho tiempo, debido a ese consumo. “Lástima que la verdadera ayuda no haya llegado a tiempo”, indicó.
Mirta, en la misma red social, también reclamó que al Estado “le preocupa la limpieza de sus plazas y paseos” y suele “correr con desprecio” a las personas en situación de calle y a quienes pretenden ayudarlos.