Japón presentó una innovadora Inteligencia Artificial que permite estimar la edad de los emblemáticos árboles de sakura plantados tras la Segunda Guerra Mundial. El objetivo es preservar este patrimonio cultural en plena temporada de floración, cuando millones celebran el tradicional hanami.
En un esfuerzo por conservar uno de sus tesoros naturales más emblemáticos, Japón ha desarrollado una herramienta basada en Inteligencia Artificial capaz de calcular la edad de los cerezos sakura. La iniciativa, impulsada por organizaciones arborícolas junto a empresas privadas como Kirin Brewery, busca salvaguardar estos árboles, muchos de los cuales superan los 70 años y presentan signos de desgaste.
Actualmente, la mayoría de los cerezos fueron plantados tras la Segunda Guerra Mundial. Debido al paso del tiempo y la falta de datos precisos sobre su estado, muchos ejemplares corren riesgo de deterioro e incluso colapso. Esto representa un reto para los gobiernos locales, que enfrentan dificultades económicas para mantenerlos en condiciones seguras.
Akira Kobayashi, secretario general de la Asociación Japonesa de Arboricultores, advierte:
La herramienta permite a cualquier persona participar. Basta con tomar una fotografía general del árbol para que el sistema lo geolocalice. Luego, se debe capturar una imagen más cercana al tronco. A partir de estas imágenes, la IA analiza el grosor, el diámetro y el patrón de la corteza, determinando una estimación de su edad.
Estos datos se cruzan con registros históricos para afinar los resultados, especialmente en los cerezos somei-yoshino, una variedad híbrida común en Japón por su rápido crecimiento.
En menos de un mes desde su lanzamiento, ya se logró recopilar información sobre más de 20.000 árboles, un avance significativo considerando que se estima que existen más de un millón de cerezos sakura en el país, la mayoría sin registros históricos confiables.
El lanzamiento de esta IA coincide con la temporada de floración del sakura, momento en el que se celebra el tradicional hanami, una práctica ancestral que reúne a familias y amigos bajo los árboles en flor. Kirin Brewery, conocida marca de cerveza japonesa, apoyó la iniciativa como una forma de “retribuir” a los sakura, cuyo entorno es clave para el consumo de sus productos durante esta festividad.