El presidente Javier Milei disertó en el foro de Davos que se realiza en Suiza, donde tras criticar encendidamente a la «agenda woke», llamó a «reducir el tamaño del Estado en todos los organismos supranacionales». Además, aseguró que «ya no está solo» y que «Argentina es el ejemplo a seguir».
El jefe de Estado comparó su discurso de un año atrás, cuando hacía pocas semanas que había asumido como Presidente. «Les dije que era el comienzo de una nueva Argentina, que Argentina había estado infectada de socialismo por demasiado tiempo y que con nosotros iba a volver a abrazar las ideas la libertad, un modelo que nosotros resumimos en la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada».
«Un año después debo decir que ya no me siento tan solo porque el mundo ha abrazado a la Argentina, se ha convertido en ejemplo mundial de responsabilidad fiscal de compromiso con nuestras obligaciones de cómo terminar con el problema y la inflación y también de una nueva forma de hacer política que consiste en decirle la verdad a la gente en la cara y confiar en que la gente entenderá», disparó.
En ese sentido, dijo que «la batalla no está ganada», a la vez que cargó contra el discurso woke, definiéndolo como «es el cáncer que hay que extirpar»: «Buena parte del mundo libre aún prefiere el confort de lo conocido, aunque sea el camino equivocado e insisten aplicar las recetas del fracaso y el gran yunque, que aparece como denominador común en los países e instituciones que están fracasando es el virus mental de la ideología woke, esta es la gran epidemia de nuestra época que debe ser curada.
Javier Milei puntualizó que la sociedad fue cambiada «por una versión distorsionada de sí mismo mediante la introducción de diversos mecanismos de su versión cultural, pues de los hechos de los derechos negativos a la vida, la libertad y a la propiedad pasamos una cantidad artificialmente infinita de derechos positivos».
Y enumeró: «Primero fue la educación luego la vivienda, y a partir de allí cosas irrisorias como el acceso a Internet, la televisación del fútbol, el teatro los tratamientos estéticos y un sinfín más de deseos que se transformaron en derechos humanos fundamentales derechos, que por supuesto alguien tiene que pagar y que solo puede ser garantizados mediante la expansión infinita del aberrante Estado».
El Presidente cargó contra el feminismo, el ecologismo radical e insistió con su idea de terminar con el aborto legal y gratuito. En primer lugar, enfatizó que «el feminismo radical es una distorsión del concepto de igualdad y aún en su versión más benévola es redundante ya que la igualdad ante la ley ya existe en Occidente. Todo lo demás es búsqueda de privilegios».
«Llegamos incluso al punto de normalizar que muchos países supuestamente civilizados si uno mata a la mujer se llama femicidio y eso conlleva una pena más grave que si uno mata a un hombre solo por el sexo de la víctima, legalizando de hecho que la vida de una mujer vale más que la de un hombre», comentó.
«Desde estos foros se promueve la agenda LGBT queriendo imponernos que las mujeres son hombres y los hombres son mujeres solo si así se auto perciben. Y nada dicen de cuando un hombre se disfraza de mujer y mata a su rival en un ring de boxeo o cuando un preso alega a ser mujer y termina violando a cuanta mujer se le cruce por delante en la prisión», argumentó.
Luego, cargó contra la clase política ya que «cubriendo esta multitud de prácticas abyectas está el eterno victimismo, siempre dispuesto a disparar acusaciones de homofobia, transfobia y otros inventos cuyo único propósito es intentar callar a quienes denuncian este escándalo de que las autoridades nacionales e internacionales son cómplices».
Por eso, afirmó: «Nuestra primera cruzada es la más importante si queremos recuperar el Occidente del progreso. Si queremos construir una nueva época de oro, tiene que ser a partir de la reducción drástica del tamaño del Estado no solo en cada uno de nuestros países, sino también la reducción drástica de todos los organismos supranacionales porque es la única forma de cortar de cuajo con este sistema perverso drenando los recursos para devolver al pagador de impuestos lo que es suyo y terminar con la venta de favores. No hay mejor método que eliminar la burocracia estatal para que no exista la posibilidad de vender dichos favores».
«Como dijo alguna vez Churchill cuanto más para atrás miremos más lejos podremos ver hacia adelante, es decir, tenemos que reencontrarnos con verdades olvidadas de nuestro pasado para desatar el nudo del presente y dar el próximo paso adelante como civilización hacia el futuro», pronunció en su ponencia en Davos.
Por último, mencionó: «Eso es lo que estamos haciendo en Argentina eso es lo que confío que el presidente Trump hará en esta nueva Norteamérica y es lo que invitamos a hacer todas las grandes naciones del mundo libres que pretenden frenar a tiempo lo que a todas las luces es un sendero que conduce a la catástrofe».
Fuente: C5N