Los gorriones, aves pequeñas y comunes en muchas ciudades del mundo, están enfrentando una disminución alarmante en su población. En España, su número ha caído considerablemente, a pesar de ser una especie emblemática de la región ibérica. Esta situación refleja los efectos negativos del desarrollo urbano descontrolado y la creciente contaminación ambiental.
Según datos de SEO/BirdLife, en los últimos 25 años España ha perdido entre 6 y 7 millones de ejemplares de gorriones. Hoy se estima que la población ronda los 30 millones. Aunque la cifra puede parecer alta, representa una reducción significativa del 20%, lo que enciende las alarmas de los especialistas.
Para los expertos, la presencia de gorriones no solo representa un componente esencial de la biodiversidad, sino también un termómetro de la salud urbana. Su desaparición es vista como un claro síntoma de la degradación ambiental en las ciudades: aire contaminado, escasez de agua limpia y falta de espacios verdes.
El principal factor detrás de esta disminución es la contaminación del aire. Las ciudades modernas presentan condiciones poco favorables para la vida de estas aves, que encuentran cada vez más difícil adaptarse a entornos tóxicos. SEO/BirdLife señala esta situación como un reflejo de la crisis ambiental que afecta a los entornos urbanos.
Ante esta preocupante tendencia, SEO/BirdLife propone una serie de acciones para revertir la situación. Entre ellas, destaca la creación de corredores ecológicos, la instalación de fachadas vegetales en los edificios y otras medidas destinadas a mejorar la calidad del entorno urbano, tanto para los gorriones como para el resto de las especies, incluida la humana.
