El desplome histórico de la Bolsa de Tokio, con la consecuente caída en las bolsas asiáticas, europeas y de Estados Unidos, no causó gran impacto en la economía argentina, salvo por algunas mínimas variaciones en los valores que manejan “los mercados”.
Durante el “lunes negro” de la economía mundial, en Argentina se registró una leve baja del dólar blue, en los bonos y en la Bolsa, y una pequeña suba de los dólares bursátiles.
El economista Hugo Zudaire explicó que esto se debe a que “la economía de Argentina no puede caer más”.
El cimbronazo en los mercados mundiales surgió por dos circunstancias, analizaron los especialistas: por una parte, el Banco de Japón, luego de una extendida caída del yen, decidió hacer la primera suba de tasas en 30 años, lo que hizo que los inversores especulativos vendieran sus acciones para cubrir posiciones; por otra, las señales de desaceleración económica en EE.UU. que pueden llevar a la economía estadounidense a una recesión.
Zudaire planteó que este episodio no generó una gran caída en la jornada, pero puede tener consecuencias a futuro para la economía patria.
“Japón prestaba (plata) a tasa cero, porque los japoneses no consumen, todos sus ahorros lo ponen en el banco; entonces el dinero estaba muy barato”, detalló. De esta manera, los inversores especulativos tomaban préstamos y compraban acciones, formando lo que se conoce como la “bicicleta financiera”.
Con la suba de las tasas, los tenedores de préstamos vendieron acciones para cancelar esas deudas. Ese desprendimiento motivó la caída de las acciones de las grandes empresas.
Pero esos inversionistas redirigieron su dinero a otros destinos. “Vendieron todo y se fueron al oro. Justo el oro que nosotros estamos embargando en Inglaterra para pedir dólares, que ahora van a estar más caros, para pagar deuda. Cuando (el ministro de Economía de la Nación, Luis “Toto” Caputo) entregó el oro, estaba a 61.000 dólares la tonelada; hoy está a 71.000 dólares. O sea, además de los intereses, para recuperar esos dólares va a tener que pagar la diferencia en el valor del dólar, causada por esta volatilidad del mercado”, evaluó Zudaire.
A su vez, estos movimientos van a generar una “suba en la tasa de intereses de la deuda pública, y eso va a impactar en el presupuesto nacional”.
La gestión de Javier Milei celebra el “superávit primario” que logró en sus primeros meses, que no es más que el resultado entre ventas menos costo. Pero si los intereses son mayores a esa diferencia, el ajuste debe profundizarse. “El superávit sale de aumentar los impuestos o sigue bajando el gasto”, sentenció.
