El 1 de diciembre, una insólita polémica surgió en San Luis tras la «detención» de un perro en la zona sur de la ciudad. La situación involucró a un bulldog francés, cuya propiedad generó dos versiones: una afirmaba que era la mascota de una mujer discapacitada, mientras que otra indicaba que el animal había sido abandonado por su dueño y resguardado por el área de Zoonosis municipal.
La Policía fue alertada por vecinos alrededor de las 14:00 de ese domingo sobre un grupo de personas ebrias que provocaban a transeúntes en la zona cercana a la Escuela Santa María Eufrasia, en el barrio Pucará. Al localizar a los sujetos cruzando el Río San Luis, los efectivos detuvieron a un joven de 23 años, de apellido Benítez, quien tenía al perro consigo.
El hombre intentó huir y usó al animal para agredir a un policía, quien resultó herido por mordeduras en el abdomen y fue atendido por personal de Sempro.
Desde Relaciones Policiales, informaron que, tras el incidente, el animal fue dejado en abandono y cuidado por los oficiales. Posteriormente, la Unidad de Abordaje Fiscal ordenó su traslado al depósito de Zoonosis Municipal mientras se resolvía su situación. El policía lesionado está bajo seguimiento médico por parte de la ART laboral.
Por otro lado, la versión de la familia del perro difiere. Pablo Herrera, abogado de Rosario, una mujer con discapacidad, aseguró que el bulldog es la mascota de su cliente y que la «detención» ocurrió cuando el perro paseaba con el hijo de Rosario, quien también sufre de discapacidad.
Según Herrera, al ver a la policía, el joven se asustó, huyó y dejó al perro atrás. En ese momento, el animal reaccionó levemente arañando a uno de los efectivos, lo que llevó a su traslado a Zoonosis.
El abogado señaló que el perro, que se encuentra en condiciones deplorables y deshidratado, fue visitado por la dueña, quien está angustiada por la situación.
“Es evidente que solo quiere regresar con su dueña”, expresó Herrera, quien presentó un amparo judicial para recuperar al animal. La familia de Rosario agregó que el bulldog francés es más que una mascota: es su acompañante terapéutico, y su ausencia ha empeorado su salud emocional.
Foto Crédito: El Diario de La República