La medicina del futuro: nanorobots controlados por IA que ahogan y matan las células cancerígenas

El cáncer demostró al que no hay enemigo pequeño, aunque ataca células microscópicas, se cobra millones de vidas al año en todo el mundo. Es por ello que los científicos trabajan día a día en hallar métodos para combatirlo.

Ahora, gracias a la tecnología, descubrieron la forma de enfrentar a las células cancerosas con un enemigo igual de microscópico que ellas: nanorobots controlados por inteligencia artificial (IA), capaces de identificar y destruir células cancerígenas.

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Son mil veces más pequeños que el grosor de un cabello, pero su tamaño es, precisamente, su fortaleza. Actualmente, estos elementos son la esperanza para tratar diversos tipos de neoplasias al, literalmente, ahogar a las células malignas.

Algunas nanopartículas son usadas para transportar fármacos a las células dañadas. Sin embargo, los nanorobots prometen eliminar por completo a la célula infectada al quitarle los recursos que tiene para sobrevivir.

La innovación fue desarrollada por investigadores de Universidad Estatal de Arizona en Tempe (EEUU), quienes diseñaron los robots que tienen la capacidad de detectar células infectadas, adherirse a ellas y crear un tapón en los vasos sanguíneos de esta para bloquear el paso del oxígeno con que se alimentan.

Este es un trabajo que requirió años de investigación para que su técnica diera resultados, ya que la estructura de los robots está basada en el ADN para que sean programables y autónomas.

Qué y cómo son los nanobots

Los nanobots están formados de una placa bidimensional de 90 por 60 nanómetros con cuatro moléculas de trombina, enzima gracias a la cual se crea el coágulo que tapa los vasos sanguíneos del «enemigo».

¿Cómo sabe dónde atacar? Esto es debido a que la placa tiene en la parte superior aptámetros de ADN, las cuales se pegan a la proteína nucleolina, que es producida en grandes cantidades por células endoteliales de un tumor.

Hasta ahora, el método solo fue probado en animales como ratones, pero los resultados son alentadores, ya que el tratamiento no mostró signos de toxicidad en el cuerpo y se comprobó que el organismo elimina las nanopartículas de forma natural después de un tiempo.

La carga de robots se inyecta directamente en el torrente sanguíneo del paciente, una vez adentro, las partículas siguen el proceso para el que fueron diseñadas de manera automática. Los tipos de cáncer en los que ha sido probado son principalmente el de mama, melanoma, ovario y pulmón.

Fuente: Canal 26