Una banda narco dedicada a la venta de “dulces mágicos” por redes sociales fue desbaratada tras una investigación iniciada por una denuncia anónima. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.
La droga estaba en caramelos y brownies, y se distribuía por Facebook, Instagram y Telegram, informaron fuentes policiales.
La Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Delitos Vinculados con Estupefacientes (UFEIDE) recibió una denuncia anónima sobre la posibilidad de una red criminal vinculada a la venta de drogas en una distribuidora ubicada en el barrio porteño de Boedo.
De inmediato, dio intervención a la División Investigaciones Tecnológicas Especiales para que se determinara la veracidad de la imputación.
La investigación estuvo divida en cuatro etapas
Fuentes policiales precisaron que la investigación estuvo dividida en cuatro etapas. En la primera, se “lograron identificar a los ocupantes del inmueble como los dueños de una distribuidora de productos para el cultivo de cannabis contando con las habilitaciones y permisos pertinentes para realizar dicha actividad”.
En la segunda fase, se descubrió que, bajo esa fachada legal, comercializaban estupefacientes valiéndose de perfiles en las redes sociales, utilizando pseudónimos y alias no identificables.
A través de las cuentas, ofrecían marihuana prensada, el mismo estupefaciente pero picado, «vapers» con THC y comestibles adulterados con psilocibina.
La tercera etapa constó en tareas de campo gracias a las cuales se estableció contacto con uno de los miembros de la banda, mediante la implementación de un agente revelador digital.
“De esta manera se confirmaron las sospechas de los investigadores, logrando incluso, dimensionar la estructura de la organización y su modus operandi”, indicaron las fuentes.
Por último, en la cuarta fase el Juzgado de Primera Instancia en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 20 libró órdenes de allanamiento, las cuales fueron ejecutadas por la Policía de la Ciudad, y se detuvo a una pareja en el marco de la causa.
Fuente: Crónica