La siniestra, pero futurista, mano robótica que acaban de inventar puede separarse del brazo para coger objetos

Científicos del EFPL han desarrollado una mano robótica capaz de soltarse de su brazo, moverse de forma autónoma y agarrar objetos. Tras ello, con el objeto agarrado, puede buscar su brazo para volver a ensamblarse con él. El vídeo que lo muestra quizás resulte siniestro, pero la mano abre un abanico de posibilidades.

Rompiendo los límites humanos

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Imagina que estás tumbado en el sofá en una tarde de sábado mientras ves la televisión. Quieres alcanzar el mando para subir el volumen, pero se encuentra en la otra punta del sofá, y tendrías que levantarte para agarrarlo. ¿No sería genial soltarte la mano para que lo coja, te lo traiga y luego se vuelva a insertar en tu muñeca?

Quizás este panorama resulte algo siniestro, aunque no tanto como los robots de piel ‘humana’ pero no podemos negar que sería útil. Dicha funcionalidad es algo que han desarrollado los científicos de la Escuela Federal Politécnica de Laurana (EFPL), uno de los principales centros de tecnología europeos, localizado en Suiza.

Obviamente, no lo ha hecho con una mano humana, sino con un robot. Han desarrollado un robot con forma parecida a un brazo humano que se compone de dos partes: el propio brazo hasta la muñeca y la mano. Su peculiaridad es que la mano puede soltarse del brazo para volver a insertarse posteriormente.

De este modo, resulta capaz de, por ejemplo, caer sobre una mesa y avanzar hasta donde se encuentra un objeto. Una vez al lado del objeto, puede cogerlo con sus dedos y moverse con los dedos que tiene libres. Todo ello para al final volver a insertarse en el brazo.

Según muestra el vídeo, la mano puede doblar sus dedos hacia delante y atrás, además de soltarse. De este modo se superan dos limitaciones robóticas: poder agarrar cosas que se encuentran delante y detrás de las palmas y, sobre todo, agarrar cosas que se hallen fuera de su alcance.

Para su desarrollo, los investigadores se plantearon cuántos dedos debe integrar la mano y dónde han de colocarse. Mediante simulaciones y posteriores pruebas reales, se llegó a la conclusión de que lo mejor era integrar dos dedos para agarrar y otros tres para moverse, cual humano.

La novedad se expuso en la 40º IEE International Conference on Robotics and Automation, celebrada en Róterdam (Países Bajos) del 23 al 26 de septiembre de 2024. El autor principal del estudio, Xiao Gao, reveló que el robot se controlaba manualmente en el vídeo, pero que ya disponían de una versión autónoma.

La robótica no tiene por qué limitarse a las capacidades humanas. Un humano no puede quitarse la mano y volver a ponérsela de forma funcional al instante, pero un robot sí. Por ello, cuando saltamos las limitaciones humanas, podemos fabricar dispositivos que ofrecen nuevas soluciones. La robótica puede llegar en poco tiempo al hogar, ayudándonos con las tareas más básicas en nuestro día a día.

Fuente: la vanguardia