El 2023 arranca con varios aumentos en bienes y servicios regulados que cambiará la proporción del habitual destino de los ingresos de las familias. Entre ellos, transporte en el AMBA, combustibles, el segundo tramo de la suba de medicina prepaga, internet, y también de tarifas derivadas de la quita de subsidios para los sectores de mayores ingresos de luz y gas.
Combustibles

Según el esquema de aumento de los precios de la nafta y el gasoil acordado entre el Ministerio de Economía y las empresas petroleras, los combustibles tendrán un incremento de 4% durante enero -se aplicarán en la segunda quincena del mes- y se irá desacelerando a 3,8% en marzo, tras el compromiso cerrado a fines de noviembre cuando ingresaron al programa de Precios Justos.
Gas y electricidad
En enero habrá dos audiencias públicas para el aumento de las tarifas de los servicios de transporte y distribución, dos de los costos que impactan en el precio final de las facturas de gas y electricidad que reciben los usuarios. Esos incrementos serán aplicados a partir de febrero.
Además, en el primer mes del año también continuará la quita gradual de subsidios que fue dispuesta a mediados de 2022 por el Gobierno.
Prepagas
En enero llegará la segunda parte del aumento establecido para diciembre 2022 que inicialmente era de 13,8% -de acuerdo a una fórmula que ya dejó de aplicarse- y luego el Gobierno lo desdobló en dos aumentos de 6,9% (uno en diciembre y otro en enero).
El año pasado, la medicina prepaga cerró con aumento total en el año de poco más del 100%. A partir de febrero de 2023 se comenzará a aplicar una nueva fórmula vinculada al índice de variación salarial (Ripte). Por un plazo de 18 meses, el incremento del valor de las cuotas tendrá como tope máximo el 90% del índice Ripte del mes anterior. Esto se aplicará a quienes tengan ingresos netos inferiores a seis salarios mínimos, vitales y móviles ($406.458 en febrero).
Telefonía, televisión e Internet
En la última semana del año, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) autorizó incrementos de hasta 9,8% en febrero y 7,8% en abril para los servicios de telefonía, Internet y televisión por cable.
Durante 2022, el organismo regulador había autorizado subas de 19,8% en octubre y 9,8% en diciembre, que se sumaron a otros dos incrementos de 9,5% que fueron aplicados en las facturas en mayo y julio.
La medida oficializada el jueves pasado destacó que cualquier incremento aplicado que supere esos topes deberá ser reintegrado a sus usuarios en la próxima factura, con actualización en base a la misma tasa de interés que aplican a sus clientes por mora en el pago.
Alquileres
Para los inquilinos cuyos contratos tengan que realizar la actualización anual en enero de 2023 (contratos firmados en enero de 2022 o de 2021), los aumentos serán cercanos al 80%, según el índice de actualización establecido por la Ley de Alquileres vigente, que contempla en partes iguales las variaciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y la variación de los salarios (Ripte). De esta forma, un contrato de $50.000 mensuales se incrementará un 79,6% y pasará a costar 89.825 pesos.
Fuente: Infobae
