Con el paso de las horas, se conocen nuevos detalles del doble filicidio en Juana Koslay, que conmocionó a la provincia este martes por la mañana.
El periodista de policiales Daniel Sosa Isgró dio a conocer, en declaraciones a SanLuis24 Radio, nuevos datos sobre la trama que derivó en el asesinado de Sofía, de 7 años, y Bautista, de 2, a manos de su madre, la subinspectora de la Policía de San Luis, Marina Abigail Silva.
Entre las 5.00 y las 6.00 de la mañana del 1 de octubre, en una vivienda ubicada sobre la avenida Los Eucaliptus en el barrio Los Fresnos, la mujer policía puso almohadas sobre las cabezas de sus hijos y les disparó.
En ese momento, los pequeños dormían en una cama grande que compartían con su progenitora.
De acuerdo a la información que brindó la Fiscalía de Instrucción N°4, que investiga el doble filicidio, la agente que prestaba servicios en la Comisaría 34 de Juana Koslay, luego de matar a sus hijos, dejó dos carteles: uno en la puerta trasera de la vivienda que decía “no entres” y otro en la puerta del frente que indicaba “Melina llama a la policía, no entres”. Los mensajes estaban destinados a su hermana, que vive en el mismo terreno.
Después, envió un mensaje al grupo de WhatsApp de sus hermanos, para pedir que la perdonen por lo sucedido. También llamó a la Comisaría 34 para pedir que concurrieran al domicilio y dijo que la puerta estaba abierta.
Sosa Isgró resaltó que la distancia entre la casa de Silva y la dependencia policial se puede recorrer en “un minuto 20 segundos”.
Doble filicidio: qué encontró la policía en la escena del crimen
Cuando los efectivos de la Comisaría llegaron al lugar, Silva ya no estaba. En el interior de la vivienda, los policías encontraron un cuaderno escolar de Sofía, en el que la mujer dejó una nota que decía que tenía muchas deudas, pidió disculpas, se despidió de sus padres, de sus hermanos y del padre de su hijo menor. También manifestó que no quería dejar a sus hijos como una carga para nadie y que quería estar con ellos.
A la oficial la encontraron cerca de las 10.00, en el perilago del dique Cruz de Piedra, en estado de shock. Estaba “sentada, llorando y con su arma reglamentaria”, destaca el reporte de la Fiscalía.
Fue conducida a la Comisaría de Atención a la Niñez, Adolescencia y Familia (CANAF), donde le ofrecieron contención, ya que expresó en varias oportunidades que quería quitarse la vida.
El periodista reconstruyó que “la situación de la mujer policía no era sencilla: hace menos de dos meses, en la casa donde vivía, su abuela tuvo un accidente doméstico, se golpeó la cabeza y murió en el lugar, la encontraron a las dos horas; 15 días después, el padre de la nena de 7 años, que es vecino de La Toma y trabaja en la ULP, tuvo un accidente cuando iba a Villa Mercedes y hoy está internado en grave estado en Buenos Aires; el padre del varoncito, también es de La Toma y es primo del padre de la nena”.
