Es probable que alguna vez hayas conectado tu celular al cargador esperando que se cargue rápidamente, solo para notar que después de horas apenas ha aumentado un pequeño porcentaje. Esta situación puede ser frustrante, pero la mayoría de las causas detrás de una carga lenta son identificables y tienen solución.
En algunos casos son situaciones de fácil arreglo por algún error en la conexión o en la configuración del dispositivo, aunque situaciones en las que puede ser más grave y se necesite ayuda especializada.
Antes de buscar una solución, lo primero es confirmar que, efectivamente, tu celular está cargando más lento de lo habitual. Aunque a veces puede parecer que la batería tarda más en llenarse, esto puede deberse a la percepción del usuario o a factores temporales.
Una buena manera de verificarlo es utilizando aplicaciones como Ampere, que permiten medir la corriente que recibe el dispositivo durante la carga y compararla con los valores normales.
Problemas y soluciones de la carga lenta en un celular
- Cargador o cable en mal estado
Uno de los problemas más comunes es un cargador o cable en mal estado. Con el tiempo, los cables y cargadores sufren desgaste, especialmente si no se cuidan adecuadamente. Doblarlos, estirarlos o enrollarlos de manera incorrecta puede provocar que se deterioren y que, eventualmente, no transmitan la energía de manera eficiente.
La solución aquí es simple: si el cargador o el cable están dañados, reemplázalos por unos nuevos y, preferiblemente, originales o compatibles con las especificaciones de tu dispositivo. Los cargadores y cables genéricos de baja calidad pueden no ofrecer el voltaje adecuado, lo que resulta en una carga lenta o incluso en daños a la batería.
- Suciedad o daños en el puerto USB
El puerto de carga de tu celular es otro punto crítico que puede causar problemas. Con el uso diario, es común que se acumule polvo, pelusas u otros residuos en el puerto USB, lo que impide una conexión adecuada con el cable de carga. Además, si el puerto ha sufrido golpes o caídas, puede tener pines doblados o rotos, lo que también afecta el proceso de carga.
Para solucionar esto, puedes intentar limpiar el puerto con cuidado utilizando un palillo o aire comprimido. Si el puerto está dañado físicamente, lo mejor es llevar el móvil a un técnico especializado para que lo repare.
- Uso del celular durante la carga
Otro hábito que puede ralentizar el proceso de carga es usar el celular mientras se está cargando. Las aplicaciones y funciones activas, como juegos, vídeos o redes sociales, demandan energía mientras el dispositivo está conectado, lo que significa que parte de la electricidad se destina a mantener el funcionamiento del móvil en lugar de cargar la batería.
Para optimizar la velocidad de carga, lo ideal es no utilizar el celular mientras está conectado. Si necesitas hacerlo, intenta limitar su uso a tareas menos exigentes, o bien, activar el modo avión, lo que desactiva las conexiones inalámbricas y reduce el consumo de energía.
- Funda inadecuada
El calor es uno de los peores enemigos de las baterías de iones de litio, y algunas fundas de celular pueden atrapar el calor que genera el dispositivo durante la carga. Materiales como la silicona o los plásticos gruesos no permiten una adecuada disipación del calor, lo que provoca que el proceso de carga se ralentice para proteger la batería de sobrecalentamientos.
La solución es sencilla: retira la funda mientras el dispositivo se está cargando, permitiendo que el calor se disipe de manera más eficiente. Además, considera usar fundas diseñadas con materiales que promuevan una mejor ventilación.
- Aplicaciones en segundo plano
Muchas aplicaciones continúan funcionando en segundo plano, incluso cuando no las estás utilizando, lo que consume energía y, en consecuencia, ralentiza la carga. Esto incluye la actualización automática de datos, la sincronización de cuentas o el uso de servicios como la localización.
Para evitar que esto afecte la velocidad de carga, puedes cerrar manualmente las aplicaciones que no estás usando o activar el modo ahorro de energía, que limita el funcionamiento de las apps en segundo plano. Revisar en los ajustes del móvil qué aplicaciones consumen más batería también te permitirá controlar este factor.
- Batería en mal estado
Con el tiempo, las baterías de iones de litio pierden capacidad debido a los ciclos de carga y descarga que se acumulan con el uso diario. Esto es parte de un proceso natural, y cuando una batería ha alcanzado el final de su vida útil, no solo durará menos tiempo, sino que también tardará más en cargarse.
Si sospechas que la batería de tu móvil está deteriorada, revisa su estado en los ajustes del dispositivo. Si ha perdido una parte significativa de su capacidad, la mejor solución es reemplazarla. En algunos casos, puedes hacerlo tú mismo si tienes los conocimientos necesarios, pero lo más recomendable es acudir a un servicio técnico especializado.
- Problemas de software
A veces, los problemas de carga lenta pueden estar relacionados con el software. Puede que haya procesos o aplicaciones que consumen demasiados recursos o incluso errores en la configuración del sistema operativo. Reiniciar el celular o, si es necesario, restaurar los ajustes de fábrica puede solucionar el problema. Recuerda hacer una copia de seguridad antes de restablecer el dispositivo.
Fuente: Infobae