Más de cuatro años y medio después de la denuncia, la causa contra Diego Oliveri y Tatiana Yacarini por la difusión de un video íntimo de la expareja de él, Gabriela Fernández Aberastain, muestra un lento avance en la justicia provincial.
La víctima denunció la situación en la justicia en abril de 2020, luego de que un video íntimo de ella llegara como mensaje privado a la cuenta de su hijo, de apenas 9 años. Además, el material se viralizó en redes sociales. Este hecho fue el punto culminante de una serie de mensajes intimidantes y amenazantes enviados tanto por Yacarini como por Oliveri.
Pasaron tres años hasta que la justicia procesó a los acusados. Yacarini, pareja actual de Oliveri, está imputada por compartir el material en las redes sociales, mientras que él enfrenta cargos por entregar las grabaciones y persuadir a la mujer para que las difundiera.
El lento avance de la causa por pornovenganza
En declaraciones a SanLuis24 Radio, la profesora de fitness destacó que, tras una extensa lucha, logró que se les imputen varios cargos, aunque estos son excarcelables. Gabriela cuestionó que el Código Procesal Penal aún utilice figuras como la «violación de correspondencia» para abordar este tipo de delitos. “Recién ahora se está hablando de delitos cibernéticos, como pornoextorsión o grooming”, señaló.
El lento avance de la causa se debe a diversas razones, entre ellas, que la víctima fue sometida a más de 10 pericias y que los acusados inicialmente compartían abogado, pero luego optaron por defensas separadas. Gabriela considera que estas estrategias buscan dilatar el proceso hasta lograr la prescripción.
A pesar de la gravedad del caso, ni Gabriela ni su familia recibieron contención psicológica por parte de la justicia para afrontar el daño causado por los acusados.
«Las últimas veces me sentí agotada, en un dije ¨hasta cuándo las pericias¨, necesito que dejen de exponerme, que hagan lo que puedan», se resignó.
