Los alimentos que consumimos juegan un papel fundamental en nuestra salud y bienestar general, ya que pueden influir significativamente en el estado de nuestro organismo. La relación entre la dieta y la inflamación es especialmente importante, porque ciertos alimentos tienen el potencial de desencadenar una inflamación crónica, que puede contribuir a una serie de problemas de salud a largo plazo. Sin embargo, no todos los alimentos tienen este efecto negativo; existen opciones alimenticias que poseen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a prevenir o reducir la inflamación en el cuerpo.
Qué es la inflación crónica
Según el blog Conasi, la inflamación es una respuesta natural del cuerpo diseñada para protegerse y sanar ante diversas lesiones y afecciones. Es un mecanismo esencial para combatir agentes invasores y movilizar los recursos necesarios para la recuperación. En condiciones normales, la inflamación aguda permite eliminar la amenaza, completar la reparación y activar procesos antiinflamatorios que minimizan el daño. Esta forma de inflamación es crucial y beneficiosa.
No obstante, el problema surge cuando la inflamación se vuelve crónica y persiste de manera constante. Aunque los síntomas visibles como hinchazón y enrojecimiento típicos de la inflamación aguda desaparecen, el sistema inmunológico permanece en un estado de alerta continua. Esta inflamación de bajo grado puede ser extremadamente perjudicial.
Cuáles alimentos hay que evitar
Para evitar la inflamación, se recomienda evitar los siguientes alimentos:
- Azúcar: Está vinculada a un aumento en la inflamación y puede reducir la efectividad de los ácidos grasos omega-3 en su función antiinflamatoria.
- Carbohidratos refinados (como harinas, pan y pasta): También se asocian con niveles elevados de inflamación, y en algunos casos, el gluten puede exacerbar este efecto.
- Aceites vegetales de semilla (especialmente los refinados o hidrogenados): Contribuyen a la inflamación sistémica, sobre todo cuando se calientan, debido a su alto contenido de ácidos grasos omega-6.
- Alimentos industriales: A menudo contienen los ingredientes mencionados anteriormente, además de aditivos químicos que pueden inducir inflamación.
- Alcohol: Incrementa los niveles de inflamación y puede aumentar la permeabilidad intestinal, facilitando el paso de toxinas al torrente sanguíneo y afectando negativamente el funcionamiento general del organismo.
- Carnes procesadas: Estas carnes contienen compuestos inflamatorios que se generan al cocinarlas a altas temperaturas y están relacionados con la inflamación.
Qué alimentos se recomienda consumir
Se aconseja consumir los siguientes alimentos:
- Coliflor, brócoli, col rizada, rábano: Tienen propiedades antiinflamatorias notables.
- Arándanos, moras, cerezas: Contienen antocianinas, que ayudan a reducir la inflamación y apoyan el sistema inmunológico.
- Tomates: Son ricos en licopeno, un potente antioxidante antiinflamatorio.
- Pimientos: Contienen antioxidantes y compuestos que reducen la inflamación.
- Huevo: Puede ser una buena opción para mejorar indicadores de inflamación en algunas personas.
- Pescado azul (sardinas, trucha, arenque, salmón): Su alto contenido de Omega 3 y vitamina D está asociado con menores tasas de inflamación.
- Avena: Contiene fitoquímicos y compuestos fenólicos que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios potentes.
- Setas: (portobello, champiñones, shiitake, melena de león): Ricas en fenoles y antioxidantes, sus propiedades antiinflamatorias se conservan mejor cuando se comen crudas o ligeramente cocidas.
- Aceite de coco y aceite de oliva (crudo): Ambos tienen propiedades antiinflamatorias.
- Chocolate negro (mínimo 70% de cacao) o cacao puro: Sus polifenoles también ayudan a reducir la inflamación.
- Algas: Su consumo se asocia con niveles más bajos de inflamación.
- Especias y plantas: Jengibre, cúrcuma, canela, ajo y clavo son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, al igual que el té verde.
Fuente: Vía País