Se conoció un caso del llamado mal de la vaca loca en Brasil, hecho que promovió la medida de prohibición de venta de carne de ese país a China. ¿Pero qué es el mal de la vaca loca y por qué puede llegar a enfermar y causar la muerte en animales y humanos?
Según explica la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), este mal recibe el nombre médico de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), una enfermedad progresiva, degenerativa, con daño neurológico generalizado, que tiene un largo período de gestación en el ganado bovino (de 8 a 10 años) y concluye con la muerte del animal. De esta forma, se trata de un mal mortal que destruye lentamente el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) en el ganado.

El organismo sanitario explicó que fue identificada en Inglaterra en 1985 y, aunque su aparición es incierta, existe acuerdo científico en que está asociada a la alimentación del ganado con harinas de origen animal que no habrían recibido el tratamiento térmico adecuado. Este problema incluiría a las ovejas, las que sufren una enfermedad equivalente llamada “scrapie”. También se han descrito enfermedades similares en otros rumiantes, en felinos, zorros y en ciertos tipos de ciervos.
Desde ese momento hasta hoy, distintos países europeos han reportado la aparición de casos de “vaca loca” como consecuencia del traslado de ganado bovino de una nación a otra y de los mismos defectos de alimentación registrados en el Reino Unido. Una vez detectado el problema, Inglaterra estableció un programa agresivo de vigilancia, que le permitió disminuir enormemente la cantidad de bovinos afectados: así, se pasó de 40.000 (en 1992) a 1.500 (en el 2000).
La EEB es causada por una proteína llamada prión. Por razones que la ciencia no comprende completamente aún, un prion normal se transforma en un prión anormal que es dañino. El cuerpo de la vaca enferma y no detecta que el prión anormal está presente. Entonces, sin saber que está allí, el cuerpo de la vaca no puede combatir la enfermedad, que es progresiva. Finalmente muere.
Según explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, las personas no pueden contraer la enfermedad de las vacas locas. Pero en raras ocasiones pueden contraer una forma humana de la enfermedad de las vacas locas que se llama variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD, por sus siglas en inglés), la cual es mortal.
La posibilidad de que el “Mal de la Vaca Loca” pudiera transmitirse a los seres humanos conmocionó al mundo en 1996. Efectivamente, en ese momento fueron denunciados unos 10 casos de una nueva variante de la denominada Enfermedad de Creutzfel Jacob (CJ), una afección rara y letal en humanos. Esta nueva variante fue interpretada como la manifestación en humanos de lo que ocurría en el ganado. Se sospecha que la causa de la transmisión al hombre ha sido a través de la ingesta de alimentos elaborados con partes de rumiantes que han estado contaminados con EEB. Esto puede suceder si se come tejido nervioso (el cerebro y la médula espinal) de ganado que estuvo infectado por la enfermedad de las vacas locas. Esta afección tiene el mismo pronóstico fatal en humanos que en los animales, pues luego de la aparición de los primeros síntomas éstos no remiten hasta la muerte.
Fuente: Noticias Ambientales
