La razón principal por la que estos falafel, las bolas de garbanzo tradicionales de la cocina israelí, son tan fáciles es porque lleva garbanzos enlatados. Tradicionalmente, el falafel se elabora con garbanzos secos que se han puesto en remojo durante la noche. Esta receta es ideal para cuando uno tiene ganas de comer falafelo y se olvidó de poner los garbanzos secos en remojo la noche anterior. Además, a diferencia del falafel tradicional que se hace frito, esta versión es bastante más saludable.
Ingredientes
- Garbanzos en lata, 1 (450 g)
- Cebolla picada, 1/4 taza
- Ajo, 3 dientes
- Perejil fresco, 1/2 taza
- Aceite de oliva, 1 cucharadita
- Jugo de limón, 2 cucharaditas
- Comino molido, 1 cucharadita
- Cilantro molido, 1 cucharadita
- Sal, 3/4 cucharadita
- Pimienta de cayena, 1 pizca
- Bicarbonato de sodio, 1/2 cucharadita
- Harina de avena, 3 cucharadas
- Aerosol antiadherente, c/n
Preparación
Precaliente el horno a 190°C.
Rocíe una bandeja para hornear con aceite.
Agregue los garbanzos, la cebolla, el ajo, el aceite, el perejil, el jugo de limón, el comino, el cilantro, la sal y la pimienta de cayena en un procesador de alimentos y pulse hasta que se combinen. No querrás procesar demasiado la mezcla o terminarás con hummus. Además, tener algunos trozos de garbanzos le da al falafel una textura agradable. Agregue el bicarbonato de sodio y la harina de avena. En este punto, su mezcla debería mantenerse unida bastante bien.
Saque cucharadas de la mezcla y forme pequeñas hamburguesas; debe obtener alrededor de 15. Coloque en una bandeja para hornear preparada.
Hornee de 10 a 12 minutos, dé vuelta las bolitas y hornee por otros 10 a 12 minutos o hasta que el falafel esté dorado y bien cocido.
La Nación