La casa de subastas Aguttes de París anunció este domingo que suspende la venta del Balón de Oro que Diego Armando Maradona ganó por el Mundial de 1986, y que reclama la familia del futbolista, que alega que es un bien robado.
Aguttes ha tomado esta decisión de suspender esta subasta, que estaba programada para el próximo día 6, pese a que un tribunal francés autorizó el jueves que siguiera adelante, al rechazar un recurso de la familia de la familia de Maradona.
Pero reconoció que el «clima de contenciosos» y las «incertidumbres» actuales «no permiten a los aficionados abordar serenamente esta adquisición y no podemos garantizar correctamente nuestro papel de confianza».
Se especulaba con la posibilidad de que el galardón de Maradona pudiera superar los 10 millones de euros y convertirse en el objeto deportivo más caro de la historia.
El Tribunal Judicial de Nanterre dio la razón a Aguttes, que considera que el vendedor actuó de «buena fe» cuando compró en una subasta de segunda categoría en 2016 el trofeo por una cantidad irrisoria (1,20 euros, según el abogado de la familia del futbolista, Gilles Moreu).
Además, en su favor había otro elemento y es que una vez pasados tres años después de que lo adquirió, al no haber ninguna reclamación el objeto le pertenecía legalmente.
La familia de El Pelusa alega que el Balón había sido robado de un banco de Nápoles a finales de los años 80 junto a otros bienes de Maradona. Desde entonces, se le perdió la pista hasta que apareció en 2016, cuando lo compró el actual vendedor, que asegura que lo adquirió sin saber que era el Balón de Oro de Maradona.
El letrado hizo hincapié este domingo en que Aguttes sabe que están en contacto con el abogado que acompañó en 1989 a la que era entonces la esposa de Maradona, Clauda Villafañe, para denunciar el robo del Balón de Oro.
«El argumento de que el Balón no se robó se viene abajo», sentenció Moreu.
En paralelo al proceso de los herederos, la Oficina Central de Tráfico de Bienes Culturales de Francia investiga si ha habido delito de «ocultación de un objeto robado» por parte del coleccionista.
Por Agencia EFE