Una adolescente de 16 años denunció que su padrastro abusaba de ella durante años de convivencia, pero este miércoles, luego de 8 días de prorroga en los que el acusado estuvo en la Comisaría de Villa Mercedes, el juez de Garantía Nº2, Matías Farinazzo Tempestini, decidió imputarlo, pero lo dejó en libertad.
El abogado de la familia de la víctima, Germán Anabitarte, informó que al acusado “se le formularon cargos por delito de abuso sexual con acceso carnal doblemente calificado por ser el encargado de la guarda y por la convivencia preexistente de una menor de 18 años”.
Durante la audiencia, la fiscal adjunta Laura Parisi solicitó la prisión preventiva por cuatro meses para el hombre de 35 años. Y el letrado señaló que si el imputado quedaba libre en esta instancia del proceso podría entorpecer la investigación o, incluso, acercarse a la adolescente o a su familia, algo que ya hizo en dos oportunidades pese a que existe una restricción de acercamiento.
En julio de este año, la pareja, de la madre de la victima con el acusado, decide separarse y la mujer lo denuncia por violencia de género. Luego la adolescente, una vez que ya no estaba en presencia de este adulto dentro de la convivencia de todos los días, “se anima a hablar y se desata la segunda denuncia contra el hombre”, detalló.
Anabitarte señaló que conforme al testimonio que brindó la víctima en la Cámara Gesell “relató que tenía mucho miedo al agresor y por eso guardaba silencio”. La causa tuvo los testimonios de la madre de la joven, la abuela y los directivos del colegio al que asiste.
Y agregó que “la psicóloga que realizó la cámara Gesell, como también un perito de parte que fue la que estuvo en el tratamiento psicológico de la niña, todos son coincidentes en el nivel de angustia que está viviendo esta niña a raíz de los abusos”.
La pena a la que se enfrenta el acusado por el delito que se le imputa tiene de 8 a 20 años “es una pena importante”, dijo el abogado.
Y respecto a las excepciones a la regla que cuando se acreditan los riesgos procesales “pedimos que se revierta al Tribunal de Impugnaciones porque teniendo medidas cautelares previas las irrumpió dos veces, una hacia la señora y otra hacia la niña porque se encontraba circulando alrededor del Colegio donde la niña asiste”.
En ese momento, la adolescente “tuvo un grave ataque de pánico, desesperación, tuvieron que retirarla del colegio, se aportó el acta donde da cuenta de esto más la declaración de la directora y preceptora que dieron fe de la situación que vivió la niña”, recordó el letrado.
“Creo que no se valoró el interés superior del niño que es lo más importante que se debe tener presente”, concluyó Anabitarte.