Esta receta es muy económica, rendidora e ideal para calmar cualquier antojo, dado que se pueden rellenar con dulce de leche, crema pastelera e incluso se puede usar con alguna pasta salada porque no llevan azúcar.
Más allá de estas peculiares características que mencionamos, también vale la pena comentar que son una alternativa perfecta para familias numerosas porque con sencillos y económicos productos conseguís una buena cantidad de masas. Además, existe la posibilidad de rellenarlos tanto con dulce de leche, crema pastelera o alguna pasta salada, ya que es una preparación sin azúcar.
Cuatro únicos ingredientes para hacer estas riquísimas facturas express sin gluten:
- 2 huevos.
- 2 cucharadas polvo de hornear.
- 12 cucharadas leche en polvo.
- Dulce de leche, crema pastelera o lo que más te guste de relleno.
- Azúcar impalpable para decorar (opcional).
Pasos sencillos que se hacen en pocos minutos:
Como mencionamos al principio, se trata de facturas libres de gluten (trigo, centeno, cebada y avena), lo que significa que será una masa mucho más liviana y suave a comparación de las típicas que se usan para facturas. Por ello se vuelve fundamental que sigas con mucha atención cada uno de los pasos que se establecieron y así también evitar la contaminación del alimento.
- Para empezar, vamos a mezclar los dos huevos con las dos cucharadas de polvo de hornear. Aquí vas a conseguir una especie de “arena” amarillenta que será la base para nuestra masa.
- Tras conseguir la contextura mencionada, añadimos las 12 cucharadas de leche en polvo y volvemos a mezclar muy bien. Con resultado, tendremos una mezcla bastante pastosa y compacta que a primera vista necesita de harina, aunque no es necesario.
- Antes de empezar con el paso siguiente, nos humedecemos las manos con agua fría, tomamos una porción pequeña de masa y formamos bolitas de un mismo tamaño. A medida que hacemos, colocamos en una fuente o mesada para que descansen.
- Luego de unos minutos, con la ayuda de una cuchara humedecida en agua, vamos a emparejar bien las bolitas para que queden bien lisas y con la típica forma de pancitos de leche. Acto seguido, ponemos en una fuente enmantecada y enharinada para luego llevarlos a horno medio por aproximadamente 10 minutos, o hasta que vean que estén doraditas.
- Cuando las bases estén en un punto óptimo, sacamos de cocción y dejamos enfriar. Pasados los minutos de rigor para no quemarnos, con un cuchillo que no sea tipo “serrucho”, cortamos a la mitad cada una de las piezas y rellenamos con el dulce o pasta salada que más te guste o tengas en casa.
- Para terminar, colocamos en una fuente y espolvoreamos con un poco de azúcar impalpable. Si le querés dar un toque especial, se recomienda mezclar este último ingrediente con unas cucharadas de canela en polvo, la cual se encargara de evitar que los comensales se empalaguen con el relleno.
Fuente: Crónica