El representante del claustro docente de la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia (FQBF) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Antonio Mangione, afirmó que, a pesar de la aprobación de la declaración de “personas no gratas” a tres diputados, “hay que seguir negociando y no podemos decir quién habla y quién no habla”.
Mangione se abstuvo en la votación porque no estuvo de acuerdo con esa postura, pero tampoco quiso votar en contra para que el pronunciamiento de la casa de estudios fuera consistente. “Para mí, si salía un mensaje cualquiera, tenía que ser por unanimidad, y eso no se logró”, detalló, en declaraciones a SanLuis24 Radio.
“Argumenté que no había que declarar personas no gratas porque esa no es la universidad que quiero. La universidad que quiero hace otras cosas, se pone en diálogo, aunque no con estas tres personas, que por ahí no quieren dialogar”, afirmó el docente.
Consideró que la declaración no era su mejor opción porque “detrás de esas personas (declaradas no gratas) y de otras que adhieren a ellas, también están sus hijos, nietos y primos que pueden ir a la universidad, y quiero que la universidad sea un espacio que siga invitando, incluso a los que piensan distinto”.
La decisión del Consejo Superior de la UNSL
El Consejo Superior de la UNSL votó por mayoría declarar personas no gratas a los legisladores Karina Bachey, Carlos González D´alessandro y Alberto Arancibia Rodríguez, que respaldaron el veto de Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario.
Ese pronunciamiento había sido solicitado por la asamblea interclaustro poco después de la sesión que fulminó las aspiraciones de la recuperación salarial de los trabajadores universitarios.
“Nosotros, como sistema universitario, a través de los canales correspondientes, hicimos todo lo que se pensaba que se tenía que hacer, y aun así se perdió una votación. Ahora hay que seguir negociando, pero no podemos romper el diálogo”, analizó Mangione.
