Antes de anunciar los aumentos salariales para la administración pública y el Plan de Inclusión Social, el gobernador Alberto Rodríguez Saá acusó el viernes a cuatro diputados que se fueron del bloque oficialista en la última semana.
El mandatario comparó a los legisladores Alberto Leyes (del departamento Belgrano), Francisco Ibar Irusta (del departamento Pedernera), Adrián Agüero y Verónica Garro (ambos del departamento San Martín) con la historia bíblica de Judas Iscariote.

En el texto sagrado del catolicismo se relata que Judas, uno de los apóstoles, recibe 30 denarios (monedas de plata) de los sumos sacerdotes para entregar a Jesús a las autoridades, que luego lo crucificaron.
Al repasar el rechazo de la legislatura a la Ley que permitía la incorporación como contratados en la administración pública de los beneficiarios del Plan de Inclusión, Rodríguez Saá recordó que ese veto fue posibilitado por cuatro diputados que hasta la semana anterior pertenecían al oficialismo. Y acusó: “La historia siempre se repite: el Sanedrin mandó los 30 denarios a la Cámara de Diputados. Llegó la valija con las monedas de plata, hubo quien las llevó y quien las recibió, y votaron en contra de la Ley”.
Verónica Garro, una de las legisladoras que se fue del frente Unidad Justicialista y formó el nuevo bloque “Fuerza Independiente”, se defendió: “Si un funcionario público tiene conocimiento de que se está cometiendo un delito, que es la coima, lo tiene que demostrar. No se debería hablar tan fácilmente de algo así”.
La diputada de San Martín anunció también que sus abogados “están trabajando” para presentar una vindicación ante la denuncia pública del mandatario.
“Él no ha tenido conocimiento de que desde principio de año manifesté que me quería ir del bloque. Lo anuncié, lo hablé con la presidenta de la Cámara, Silvia Sosa Araujo, y con la presidenta del bloque (oficialista) Gloria Petrino. Se potenció cuando ingresaron las nuevas leyes, que yo no quería votar, y uno cuando está en un bloque tiene que estar en concordancia con el resto; la idea no era no votar o ir en contra”, explicó.
También consideró que perdió “demasiado tiempo” para irse del bloque, “porque se me acusa de un delito”.
Señaló también que la decisión de irse del oficialismo fue “una cuestión de convicción, no compartía muchas leyes (que proponía el Gobierno)”.
“Mi convicción era mantenerme firme en mis principios, estaban pasando cosas que no me gustaban”, aseveró. Y completó: “Me quedan pocos meses (culmina su mandato el 10 de diciembre de este año) y me quiero ir con la consciencia tranquila”.
También apuntó contra sus excompañeros de bloque, por lo que pasó cuando Diputados trató la ley que creó 53 nuevos cargos en la Legislatura: “Me enfermé, pedí al bloque que no quería ir porque estaba descompuesta; que no quería votar esa Ley. Fueron en contra de mi salud, me dieron una pastilla para poder estar en la sesión, porque era la que daba quórum. Fue sumamente humillante para mí”.
