El debate de la presencia de estudiantes extranjeros en las universidades argentinas volvió a la agenda pública, a partir de la contundente marcha por la educación pública que convocó a miles de personas en todo el país esta semana.
Desde el Gobierno nacional que conduce Javier Milei, de manera periódica, se reproducen discursos sobre el “gasto” que representa al Estado “mantener” esos estudiantes. Por eso, el Ejecutivo trabaja en un proyecto para arancelar la universidad a los alumnos internacionales.
En realidad, lo que pretende la administración libertaria es “cobrarle” la universidad a los no residentes.
La coordinadora de Ingreso y Permanencia de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL), Valeria Pasqualini, aportó datos precisos sobre el tema. “Este año, de los 800 alumnos que se inscribieron en la Facultad, solo 4 son extranjeros y son residentes en el país”, indicó.
“No tenemos esa situación de que alguien venga del extranjero exclusivamente a estudiar a nuestra universidad. Los extranjeros que son residentes en el país son poquitos los que se inscriben en la UNSL”, resaltó.
Pasqualini también especificó que, en general, en las UUNN solo el 4% son estudiantes internacionales. Y los últimos datos disponibles de la UNSL también rondan ese porcentaje. “Hace dos años teníamos 21.000 alumnos y el 5% eran estudiantes de nacionalidad extranjera”, informó.