Un informe de la Fundación Pro Tejer reveló un panorama desolador: producto de la recesión, la industria textil ya registró 10.000 despidos en lo que va del año. Eso va de la mano de una enorme cantidad de cierres de pymes y comercios que se dedican a la venta de indumentaria.
El gerente de Dietex de San Luis, Alberto Zaidman, indicó que “los confeccionistas son los que más están sufriendo y hay una falacia enorme que dicen que van a abrir las importaciones”.
“Las marcas de ropa que se venden en los grandes Shoppings, tanto en Buenos Aires como en ciudades del exterior, tienen un precio diferenciado porque tienen un costo más alto”, argumentó.
El industrial remarcó que “el problema está en el ingreso de la gente y en el achatamiento del mercado, lo destruyeron y solo tienen una visión monetarista”.
“Por más que la inflación sea cero, el mercado está deprimido y el atraso de los ingresos en todos los sectores están altos después de la devaluación, donde ya venían caídas en el 2023 y se notaba”, indicó.
En San Luis hay claros ejemplos de “empresas de la industria metalúrgica y demás que de repente son filiales de empresas extranjeras y están paradas”, añadió Zaidman.
Desde Pro Tejer alertaron sobre una falsa creencia alrededor de relación inversa que existe entre la apertura de las importaciones y la baja de los precios, ratificando que es la principal causa de la retracción de los precios dentro de la industria.
La disminución de la demanda produce inevitablemente una baja en la producción y, por ende, la suba del costo unitario del producto dañando así la rentabilidad del producto, lo que se refleja principalmente en las pymes y en el empleo, informaron.
El industrial sentenció que “para un mercado como el que está la única forma que vos podés remontar es importando”.