El diputado nacional por San Luis, Ernesto Nader «Pipi» Alí, destacó la amplia diferencia alcanzada en la votación de la Cámara de Diputados contra los vetos presidenciales a las leyes de emergencia pediátrica y de financiamiento universitario.
Y subrayó que “muchos legisladores recapacitaron porque esta forma de gobernar no cierra”.
“Muchos cambiaron su postura”
Alí remarcó que el resultado sorprendió incluso a los propios bloques opositores: “Casi 180 voluntades respaldaron tanto al Garrahan como a las universidades. De los 87 votos con los que contaban en un principio, bajaron a 60. Eso es muchísimo. Muchos legisladores entendieron que esto no podía seguir así”.
Una decisión estratégica
El diputado explicó que su bloque optó por limitar las intervenciones para acelerar el proceso de votación: “Queríamos hablar todos, pero priorizamos que la votación se concretara rápido. Por eso el único orador fue nuestro jefe de bloque, Germán Martínez. Había que evitar que se dilatara el debate”.
Críticas a sus pares de San Luis
El diputado cuestionó la actitud de los otros legisladores puntanos: “Yo no hablé personalmente con ellos, pero ya sabíamos cómo iban a votar. Es lamentable».
Un quiebre en el Congreso
Además, dijo que lo sucedido en Diputados marca un punto de inflexión en la relación con el Gobierno nacional: “Se acabó la luna de miel. Si no hay diálogo serio y políticas claras, el país va a entrar en una situación muy complicada. Queremos que el mandato se cumpla y ganarle en las urnas, pero el Ejecutivo debe dejar de gobernar con imposiciones”.
Reclamos hacia San Luis y el Gobierno
El diputado cuestionó además el rol del gobernador Claudio Poggi, a quien vinculó directamente con el oficialismo nacional: “Poggi es Milei. Está entregado al poder central y San Luis no obtuvo nada a cambio: ni recursos, ni coparticipación, ni obra pública. El papel que cumple es tristísimo”.
