El vicepresidente de la Federación de Almaceneros, Fernando Savore, advirtió que los consumidores modificaron sus hábitos ante una inflación que —según analistas— no bajará del 2% mensual hasta 2026.
Afirmó que las familias priorizan gastos básicos, reemplazan primeras marcas por productos de Pymes, y realizan compras pequeñas, de alrededor de 12 mil pesos, que suelen financiar en tres cuotas con tarjeta de crédito.
Cambios en los hábitos de consumo
Savore explicó que el impacto del aumento en los servicios esenciales —como luz, gas, transporte, alquiler y salud— redujo el poder de compra de las familias.
“Un trabajador en Buenos Aires a veces necesita tres colectivos para ir y tres para volver del trabajo. El gasto en transporte se vuelve altísimo. Cuando uno evalúa todo eso, ve cuánto le queda a la familia para pasar el mes”, señaló.
Indicó que, ante esta situación, los consumidores ajustan sus compras y buscan alternativas más económicas sin resignar calidad.
“No me gusta decir ‘segunda marca’. Son marcas Pymes. Producen alimentos con muy buena calidad y están ganando espacio en las góndolas”, subrayó.
El ascenso de las marcas Pymes
Savore ejemplificó las diferencias de precios: un pan lactal de primera marca cuesta 6.300 pesos, mientras que uno elaborado por una Pyme se consigue a 2.500.
Una gaseosa reconocida ronda los 4.000 pesos, frente a una Pyme que se vende a 1.500. En productos de limpieza, el contraste es aún mayor: “Un jabón líquido de 3 litros vale entre 7.000 y 9.000 pesos, y uno Pyme, 3.000 o menos”.
El dirigente dijo que las pequeñas empresas “empujan de la góndola” a las grandes marcas y se consolidan como una opción estable para los comercios de cercanía. Sin embargo, advirtió que el costo logístico limita la llegada de productos Pymes de otras provincias: “Una compra desde Buenos Aires hasta Punta Alta aumentó un 22% solo por flete”.
Inflación y expectativa de precios
El referente de los almaceneros señaló que, aunque el último dato oficial marcó un 1,9% de inflación en alimentos, el aumento real ronda el 2,1 o 2,2%.
“Hay empresas que mandan listas con subas del 8%. Es una barbaridad. Esa incertidumbre frena todo: quien podría invertir o hacer una compra grande, hoy espera”, sostuvo.
Tarjeta de crédito y compras pequeñas
En los comercios barriales, la conducta de pago también cambió. Savore detalló que, si bien el “fiado corto” sigue siendo una costumbre, crece el uso prudente de la tarjeta de crédito.
“La gente viene, pregunta si puede pagar con tarjeta y hace compras chicas, de 12 mil pesos. Saben que después entran en la morosidad, y eso preocupa”, añadió.
Criticó además las promociones de los grandes supermercados: “Ellos dicen ‘vení y comprá en tres cuotas sin interés’, pero están metiendo a la gente en la boca del lobo. Nosotros tenemos esa posibilidad, pero no la promovemos”.
Incertidumbre y prudencia
Para Savore, el sentimiento dominante entre los consumidores es la incertidumbre: “No sabemos qué va a pasar mañana. Hay tantos movimientos en la economía y en la política que la gente prefiere esperar antes que gastar”.
En ese contexto, los almacenes funcionan como un termómetro de la economía cotidiana, donde cada compra refleja la cautela y la adaptación de las familias frente a la inflación persistente.