La historia de Lorena Ester Bálsamo mantiene en vilo a su familia desde hace cinco meses. La mujer, oriunda de Tandil, fue vista por última vez el 11 de octubre de 2024 en Cancún, México, cuando presuntamente abordó un taxi para dirigirse a una sucursal bancaria con una importante suma de dinero.
Desde entonces, no se sabe nada de ella. Su hermana Patricia Bálsamo ha iniciado una campaña de búsqueda a través de redes sociales, donde denuncia la inacción de las autoridades mexicanas, la falta de activación de la alerta Alba, y hasta haber sido víctima de una estafa por parte del abogado que contrató para representar el caso en ese país.
Lorena vivía desde hacía un año en el barrio privado Villa Maya, junto a su pareja, a quien conoció en Argentina. Según su relato, el día de la desaparición ella se dirigía al Banco Imbursa, en la Plaza de las Américas, para depositar el dinero obtenido tras vender su camioneta.
El hombre declaró que Lorena tomó un taxi color bordó, ingreso captado por una cámara de seguridad cuya grabación nunca fue compartida con la familia, solo una captura de pantalla.
Patricia, su hermana, sostuvo que el contacto con Lorena se cortó días antes, el 5 de octubre, y que al consultarle al marido, él respondió que se le había roto el celular. Más tarde, aseguró haber recibido mensajes que afirmaban que Lorena había sido secuestrada, aunque la policía mexicana descartó esa hipótesis.
La familia Bálsamo denunció la desaparición ante distintas instituciones, pero todas dieron respuestas negativas. En Argentina, la Policía Federal argumentó que no tenía jurisdicción, mientras que el consulado argentino en México tampoco ofreció apoyo concreto.
Como si fuera poco, Patricia contrató un abogado en México que resultó ser un estafador. A pesar de enviarle documentos notariales, el profesional no impulsó la denuncia y retrasó la activación de cualquier alerta oficial bajo falsas promesas.
Ante la falta de respuestas institucionales, Patricia tomó la decisión de viralizar el caso a través de Instagram, Facebook y TikTok, incluyendo su número de contacto junto a la foto de su hermana. Esta exposición le valió una ola de amenazas y extorsiones, con mensajes anónimos que le exigían dinero bajo la promesa de liberar a Lorena.
“Ya estoy acostumbrada a que me llamen para pedirme plata y decirme que la van a matar”, confesó angustiada.