Un nene de 9 años fue atacado por tres perros pitbull mientras jugaba en la vereda de su casa en barrio Los Boulevares, en Córdoba. El hecho ocurrió esta semana y el menor debió ser operado de urgencia en el Hospital de Niños. La Justicia investiga el caso y los animales fueron retirados del domicilio de su dueño.
El ataque en barrio Los Boulevares
El violento episodio ocurrió cuando Bastián, de 9 años, jugaba junto a su hermano frente a su vivienda. Al ponerse de pie, tres pitbulls pertenecientes a un vecino lo embistieron de manera repentina. Los animales lo derribaron y le provocaron heridas graves en la cabeza, un brazo y una pierna, según relató su familia.
La madre del menor aseguró que no hubo ningún tipo de provocación previa y calificó la situación como “un milagro”, dado que el niño pudo ser rescatado a tiempo.
Traslado y cirugía de urgencia
Estado de salud del niño
Bastián fue trasladado inicialmente al Hospital Pediátrico y luego derivado al Hospital de Niños, donde fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia. Los profesionales descartaron daño neurológico, aunque no descartan una segunda operación para completar el cierre de las heridas.
El pequeño permanece internado en recuperación y su familia destacó la rápida atención médica que recibió.
Retiro de los perros y advertencias de los vecinos
Historial de incidentes previos
Tras el ataque, la Policía retiró los tres pitbulls de la vivienda del propietario. Vecinos del barrio señalaron que los animales no estaban correctamente controlados y que ya habían protagonizado otras agresiones, entre ellas el ataque a una mujer y la muerte del perro de otra residente.
El episodio reavivó reclamos por mayor responsabilidad en la tenencia de animales potencialmente peligrosos.
Investigación en marcha
La Justicia analiza el caso bajo la figura de ataque grave por parte de animales potencialmente peligrosos. Se inspeccionó el domicilio del dueño de los perros y se confirmó el retiro de los animales, aunque aún no se definió su destino final.
En el barrio crece la preocupación por la falta de controles, mientras vecinos piden reglamentaciones más estrictas para evitar nuevos ataques.


