La Junta Electoral Nacional de Buenos Aires convocó a una audiencia este miércoles 8 de octubre tras el pedido de La Libertad Avanza (LLA) y el PRO para reimprimir las Boletas Únicas de Papel (BUP) luego de la renuncia de José Luis Espert. La medida generó fuertes críticas por su alto costo y por los plazos legales ya vencidos.
La Junta Electoral Nacional con sede en La Plata deberá resolver esta semana el pedido presentado por los apoderados de La Libertad Avanza y el PRO, que solicitan reimprimir la totalidad de las Boletas Únicas de Papel del distrito bonaerense. El planteo busca reemplazar a José Luis Espert —quien renunció a su candidatura a diputado nacional— por Diego Santilli como primer candidato.
La resolución judicial, firmada por Alejo Ramos Padilla, Hilda Kogan y Jorge Eduardo Di Lorenzo, dispuso correr traslado del pedido a todas las fuerzas políticas que competirán en las elecciones del 26 de octubre, otorgándoles plazo hasta las 8:30 de este miércoles 8 de octubre para responder. La audiencia clave fue convocada para las 10:30 del mismo día, debido a la urgencia del calendario electoral.
La solicitud de reimpresión se produjo luego de que Espert formalizara su renuncia tras la difusión de documentos del Bank of America que lo vincularon con Federico “Fred” Machado, un narcotraficante reclamado por la justicia de Estados Unidos. Según el comunicado oficial, el presidente Javier Milei aceptó la renuncia del economista liberal.
El reemplazo propuesto por LLA y el PRO sería Diego Santilli, aunque este cambio podría implicar una modificación completa del diseño de la boleta, lo que requiere aprobación judicial y un nuevo proceso logístico de impresión y distribución.
Impacto económico y operativo de la reimpresión
De aprobarse, la reimpresión total de las boletas en Buenos Aires costaría cerca de 15 mil millones de pesos, según cálculos preliminares de la Junta Electoral.
La medida implicaría un enorme esfuerzo operativo a menos de tres semanas de las elecciones, con posibles demoras en la distribución de material a las más de 38.000 mesas habilitadas. Por ello, el tribunal solicitó informes al Ministerio del Interior —a cargo de Lisandro Catalán— y al Correo Oficial sobre plazos, presupuesto y procesos licitatorios.
Reacciones y críticas políticas al pedido de LLA
El pedido de reimprimir boletas generó rechazo inmediato entre varios espacios políticos, que argumentan que los plazos legales para cambios ya están vencidos.
El candidato de Fuerza Patria, Jorge Taiana, sostuvo que “el juzgado debe rechazar el intento de reimprimir boletas oficializadas” y cuestionó el gasto, señalando que con ese dinero “se podría financiar al Hospital Garrahan”.
Por su parte, Jimena López, candidata del peronismo, calificó la solicitud como “un capricho de Milei” que “costará más de 100 millones de dólares entre impresión y rediseño”.
En la misma línea, Rubén Eslaiman (Frente Renovador) presentó un proyecto para frenar la medida y recordó que “la ley electoral es clara: la boleta se imprime una sola vez”. Según explicó, el artículo correspondiente establece una cantidad igual al padrón más un 5%, garantizando equidad y austeridad.
Desde Unión Federal, el espacio del intendente Fernando Gray, también se opusieron y remarcaron que el mecanismo legal para estos casos es el “corrimiento ascendente”, que permitiría reemplazar automáticamente al candidato sin modificar la boleta.
Finalmente, Florencio Randazzo (Provincias Unidas) criticó el gasto millonario propuesto, señalando que “no hay fondos para salud o jubilaciones, pero sí para un cambio de boleta por una decisión política”.
La audiencia convocada para este miércoles será clave para definir el futuro de la Boleta Única de Papel en Buenos Aires. La Junta Electoral deberá evaluar si existen razones jurídicas y logísticas suficientes para aceptar el pedido de LLA y el PRO o si, por el contrario, mantiene la validez de las boletas ya impresas, respetando los plazos y normas vigentes.
