El analista político y director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), Roberto Bacman, analizó los resultados de las elecciones legislativas y afirmó que el peronismo atraviesa una crisis de conducción e identidad.
Y explicó que el movimiento “no logró construir una marca nacional ni una línea política coherente”, mientras su estructura “se debilitó desde que Cristina Fernández dejó el poder”.
Falta de conducción y fragmentación interna
Bacman sostuvo que el peronismo “no tuvo la capacidad de articular una estrategia nacional” y que la campaña “se sostuvo en la provincia de Buenos Aires gracias al trabajo de los intendentes del conurbano, especialmente de la primera y tercera sección electoral”.
Sin embargo, aclaró que ese impulso “se diluyó en la segunda etapa” y el movimiento “quedó sin dirección”.
“El peronismo tiene a su principal referente presa, y desde que Cristina dejó la presidencia nadie se preocupó por generar un espacio con unidad mínima”, señaló el analista.
El especialista indicó que esa debilidad estructural se reflejó en la falta de coordinación entre las provincias y la ausencia de una conducción nacional clara. “Cada distrito hizo su propia campaña y no hubo un mensaje común para enfrentar a La Libertad Avanza”, dijo.
“El gobierno reavivó el antiperonismo”
Bacman analizó además la estrategia electoral del oficialismo y afirmó que el gobierno de Javier Milei “logró reinstalar el antiperonismo más profundo del país”.
“Este gobierno rescató el gorilismo más acérrimo. Ese núcleo duro representa entre un 32% y un 35% del electorado”, sentenció.
Según el analista, esa reacción social fue uno de los factores decisivos en el resultado electoral. A esto se sumó “una campaña del miedo, estructurada desde Estados Unidos, que impactó en los votantes moderados y en el electorado del medio”.
“El peronismo corre detrás de los problemas”
Bacman comparó la dinámica del oficialismo con la del justicialismo: “El gobierno corre detrás de los problemas económicos y el peronismo detrás de los problemas políticos. Ninguno logra anticiparse”.
Para el director del CEOP, el movimiento justicialista “debe redefinir su identidad, refundar el Partido Justicialista y recuperar su territorialidad”. Y consideró que el año 2026 “debería ser un punto de inflexión para reorganizar al peronismo y preparar una propuesta clara hacia 2027”.
“Una campaña sin alma ni emoción”
Bacman fue contundente al evaluar la estrategia electoral: “El peronismo tuvo una campaña sin vida, sin alma y sin emoción. Si no emocionás, no ganás”.
Y agregó que en Buenos Aires “hubo intendentes que se pusieron la camiseta, pero el mensaje nacional nunca llegó”. Y que “la falta de coordinación impidió neutralizar la campaña del miedo que impuso el oficialismo”.
“El triunfo de Milei puede dolerle”
Aunque reconoció el impacto político de los resultados, Bacman advirtió que el oficialismo “no tendrá un camino sencillo”.
“Milei ganó, pero es un triunfo pírrico. Cuando la gente advierta que la ayuda de Estados Unidos no es gratuita, ese respaldo puede volverse en su contra”, resaltó.
El analista concluyó con una reflexión sobre el escenario futuro: “El peronismo necesita reorganizarse y recuperar la esperanza de la gente. Si no logra hacerlo, el vacío político lo va a ocupar otro, y no necesariamente del lado del progreso”.


