El Tribunal Oral Federal de San Luis condenó este martes a Dante Rafael Churquina, al empresario Daniel Becher y a Efraín David Cortez por integrar una organización dedicada al narcotráfico que operaba con dirección interna desde el Servicio Penitenciario provincial.
La banda funcionaba con Churquina como jefe, aun estando detenido, con apoyo logístico y financiero fuera del penal.
Condenas y responsabilidades penales
Por unanimidad, las juezas María Carolina Pereira, Gretel Diamante y María Paula Marisi declararon a Churquina autor del delito de organización y coautor del financiamiento del tráfico ilícito de estupefacientes, en la modalidad de transporte agravado por la intervención organizada de tres o más personas. También lo hallaron culpable de cohecho activo y lavado de activos de origen delictivo. La pena fue de 15 años de prisión.
Becher fue condenado a 13 años de cárcel como coautor del financiamiento del tráfico de drogas, coautor de cohecho activo y autor de lavado de activos. El tribunal lo absolvió por el delito de abuso de armas.
Cortez recibió una condena de 4 años de prisión como partícipe secundario del delito de tráfico ilícito de estupefacientes, también agravado por la intervención organizada.
El fallo dejó acreditado que la estructura criminal tenía roles definidos y continuidad operativa.
El origen de la investigación
La causa se inició en agosto de 2023, cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria detuvo en Jujuy a una persona que estaba por entregar un bolso con más de cinco kilos de cocaína, cuyo destino final era la ciudad de Villa Mercedes.
Ese procedimiento activó una serie de allanamientos en esa ciudad, donde fueron detenidas otras tres personas, y también en la celda que ocupaba Churquina en la Unidad 1 del Servicio Penitenciario Provincial.
Durante esa requisa, los investigadores secuestraron drogas, teléfonos celulares, dispositivos electrónicos, documentación y anotaciones vinculadas a pagos.
Las pruebas confirmaron que el liderazgo de la banda se ejercía desde el interior del penal.
La banda siguió activa desde la cárcel
Lejos de desarticular la organización, el avance de la causa expuso que Churquina continuó al frente del grupo criminal. En una nueva requisa realizada en marzo del año pasado, la Justicia volvió a encontrar elementos que confirmaban la continuidad del mando y la operatoria narco.
Tras ese hallazgo, Churquina fue trasladado al Complejo Penitenciario N°2, la cárcel de máxima seguridad de Pampa de las Salinas.
En ese momento, ya cumplía una condena previa de seis años y medio de prisión.
