El juez de Garantía N° 3, Marcos Flores Leyes, resolvió este martes que Sergio Fares continúe detenido con prisión preventiva en el Servicio Penitenciario. La decisión incluye una prórroga de 60 días para la Investigación Penal Preparatoria (IPP) y rechaza el pedido de prisión domiciliaria solicitado por la Fiscalía de Género Nº 1.
El magistrado afirmó que existen riesgos procesales que deben ser protegidos y que la prisión domiciliaria no resulta suficiente para garantizar el avance del proceso. Entre esos riesgos mencionó la protección de la víctima —un adolescente de 15 años—, el posible entorpecimiento de la investigación y el peligro de fuga.
En la audiencia anterior, la Fiscalía había solicitado mantener la preventiva, pero bajo modalidad domiciliaria, al considerar que la investigación se encontraba próxima a finalizar. La defensa del imputado adhirió a esa postura y propuso distintos domicilios para cumplir la medida, aunque sin brindar detalles precisos.
Tanto la querella como la Defensoría de Niñez rechazaron el pedido de morigeración. La defensora Marcela Torres Cappiello argumentó que, debido a la gravedad de los delitos imputados —entre ellos, corrupción de menores agravada, con un mínimo de 10 años de pena—, el riesgo de evasión es elevado y no puede pasarse por alto al analizar una prisión domiciliaria.
La Defensoría también cuestionó la falta de información sobre los domicilios ofrecidos por la defensa y sostuvo que la prisión domiciliaria no puede aplicarse automáticamente. Señaló que no existen informes sociales ni psicológicos que permitan evaluar la eficacia de esa alternativa para neutralizar los riesgos procesales detectados.
Asimismo, remarcó que el avance de la investigación no reduce los riesgos para la víctima y que todavía restan diligencias por realizar tanto por parte de la Fiscalía como de la querella. Por ello, insistió en que la continuidad de la detención en el Servicio Penitenciario es necesaria para proteger al adolescente.
Durante la audiencia, la madre de la víctima expresó que el joven atraviesa un delicado estado emocional y que incluso sufrió una crisis tras enterarse de la posibilidad de que el imputado accediera a la prisión domiciliaria.
El juez también consideró aspectos vinculados al estado emocional de Fares, atraviesa un cuadro de depresión e insomnio agravado por la exposición mediática del caso. Sin embargo, aclaró que debía sopesar tanto los derechos del imputado como las garantías de la víctima.
Finalmente, Flores Leyes resolvió mantener la prisión preventiva de Sergio Fares en el Servicio Penitenciario y fijó una nueva prórroga de 53 días, contados desde el vencimiento de la medida anterior.
