El gendarme Héctor Guerrero declaró ante la Justicia en el marco de la causa que investiga la lesión sufrida por el fotógrafo Pablo Grillo durante la marcha de jubilados del 12 de marzo en Buenos Aires. El efectivo aseguró que disparó el lanza gases conforme a los protocolos, aunque los querellantes cuestionan su versión.
El testimonio del gendarme
En su declaración indagatoria ante el Juzgado Federal N°1, a cargo de Ariel Lijo (en reemplazo de María Servini), Guerrero sostuvo su inocencia.
“Jamás tuve la intención de lastimar a ninguna persona. Usé el lanza gas de acuerdo a las instrucciones y al manual de uso”, afirmó el cabo, quien además señaló que tenía visibilidad reducida y que fue atacado por manifestantes.
El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), representante de la familia de Grillo, desmintió la versión del gendarme. Según el organismo, Grillo estaba agachado y tomando fotografías al momento de recibir el impacto, sin representar peligro alguno.
Para la querella, Guerrero disparó en ángulo horizontal y directo hacia el fotógrafo, en contradicción con los protocolos que establecen un lanzamiento ascendente de 45° o descendente de 30° a 45°.
“El accionar puso en riesgo la vida e integridad de las personas que estaban frente a él”, advirtió el CELS en su presentación.
El hecho ocurrió durante la movilización de jubilados del 12 de marzo. Allí, Grillo resultó herido por el impacto de un proyectil disparado por fuerzas de seguridad. El caso abrió un fuerte debate sobre el uso de armas antidisturbios y la responsabilidad de los agentes en manifestaciones sociales.
