Una investigación de la Fiscalía de Río de Janeiro reveló detalles inéditos sobre la estructura del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más poderosas de Brasil.
El informe, basado en miles de mensajes de WhatsApp y publicaciones en redes sociales, fue clave para el megaoperativo policial “Operación Contención”, que dejó más de 120 muertos —entre ellos, cuatro agentes— en los complejos Penha y Alemão.
Una investigación que desnuda el poder del Comando Vermelho
La denuncia del Ministerio Público de Río de Janeiro (MPRJ), sustentada en meses de inteligencia y escuchas, identificó a 69 miembros de la cúpula del Comando Vermelho. La mayoría enfrenta cargos por asociación para el tráfico de drogas, y tres de ellos también por tortura.
El documento, al que accedió BBC News Brasil, detalla una red jerárquica meticulosamente organizada: desde líderes fugitivos hasta gerentes locales encargados de coordinar guardias, pagos y castigos dentro de las favelas.
Según la Policía Civil, entre las 99 personas muertas durante el operativo, 42 tenían órdenes de arresto vigentes y 78 presentaban antecedentes criminales relevantes. Además, 113 sospechosos fueron detenidos, aunque la lista completa de capturados aún no se hizo pública.
Jerarquía y expansión de la facción
En la cima del comando en el complejo Penha figuran Edgar Alves de Andrade (“Doca” o “Urso”) y Pedro Paulo Guedes (“Pedro Bala”), considerados los principales jefes operativos bajo las órdenes de Marcinho VP y Fernandinho Beira Mar, ambos encarcelados.
“Doca”, aún prófugo, es descrito como la figura clave en la expansión de la facción en todo el estado de Río. Su residencia estaba protegida por guardias armados con fusiles.
Debajo de ellos, los fiscales identifican a Carlos Costa Neves (“Gardenal”) y Washington Cesar Braga da Silva (“Grandão” o “Síndico da Penha”) como responsables de la logística y la administración del narcotráfico.
Gardenal, según la denuncia, supervisaba la compra de armas de alto calibre, drones y vehículos de lujo, e incluso se lo vio conduciendo un Porsche Taycan en la favela. En tanto, Grandão regulaba el comportamiento interno, prohibiendo armas en eventos comunitarios y gestionando los pagos del personal criminal.
Torturas, castigos y ejecuciones ordenadas
El expediente judicial incluye audios, fotografías y videos que muestran la brutalidad del grupo.
Uno de los mensajes de voz atribuido a Gardenal ordena la ejecución pública de un vendedor de drogas acusado de perder un cargamento:
“Si aparece Bacurau, el gerente lo va a ejecutar delante de todos”, señala el texto transcripto en la denuncia.
Otro implicado, Juan Breno Malta Ramos (“BMW”), es acusado de dirigir un grupo de sicarios llamado Grupo Sombra, responsable de torturas y asesinatos ejemplares.
Entre las pruebas hay imágenes de una mujer sumergida en un balde de hielo —acusada de “causar problemas en un baile”— y videos donde víctimas son arrastradas por automóviles y golpeadas hasta la muerte.
La Fiscalía afirma que estos castigos eran grabados para “dar ejemplo” a otros miembros y que los líderes utilizaban menores de edad para tareas logísticas y de vigilancia.
Vínculos con la Policía Militar y lavado de dinero
La investigación también reveló presuntos lazos entre agentes policiales y los líderes criminales.
Un intercambio de mensajes muestra a un comandante de la Policía Militar solicitando ayuda a “Grandão” para recuperar un coche robado, que fue devuelto días después.
El propio BMW habría pagado 15.000 reales (unos US$2.800) a policías para liberar a un integrante de su banda. Además, según el MPRJ, utilizaba una pizzería como fachada para lavar dinero, mientras Gardenal negociaba autos robados “a precios muy por debajo del mercado legal”.
Operación Contención: la más letal en la historia de Brasil
El operativo, ejecutado el martes por fuerzas federales y estatales, fue calificado como la operación policial más violenta de Brasil.
Los enfrentamientos en los complejos Penha y Alemão dejaron más de 120 muertos, incluidos cuatro policías. La acción buscó desarticular la estructura financiera y territorial del Comando Vermelho, considerada la facción más poderosa del narcotráfico carioca.
Conclusión
La investigación de la Fiscalía de Río de Janeiro no solo exhibe la magnitud del Comando Vermelho, sino también la connivencia entre el crimen organizado y sectores del Estado. Con líderes aún prófugos y una estructura militarizada, la organización continúa siendo un desafío central para la seguridad pública brasileña.


