El asesinato de Jeremías Monzón, el adolescente de 15 años hallado sin vida en una fábrica abandonada de Santo Tomé, Santa Fe, dio un giro clave con la detención de su novia, de 16 años. La Justicia investiga una cita pactada que habría derivado en una emboscada fatal, en un contexto marcado por celos y conflictos previos.
El hallazgo del cuerpo tras cuatro días de búsqueda
El cuerpo de Jeremías Monzón fue encontrado luego de un llamado al 911 que alertó sobre la presencia de un cadáver en un predio abandonado, ubicado frente a la rotonda del club Colón y el acceso al barrio Chalet. El adolescente llevaba cuatro días desaparecido.
Al llegar al lugar, efectivos policiales hallaron el cuerpo oculto entre pastizales y cubierto con cartones, lo que reforzó desde un primer momento la hipótesis de un homicidio.
Los resultados de la autopsia fueron contundentes. Jeremías fue asesinado con una violencia inusitada: recibió más de 20 puñaladas en el pecho y habría sido atacado con al menos dos armas blancas, un cuchillo y un objeto metálico similar a un destornillador.
Los investigadores descartan un ataque al azar o un intento de robo. Para la fiscalía, se trató de un crimen planificado y ejecutado con saña, en el que habrían participado al menos dos personas.
El fiscal de Homicidios del Ministerio Público de la Acusación, Gonzalo Iglesias, quedó a cargo de la causa.
La principal hipótesis del caso
Según la investigación, Jeremías habría sido citado en la fábrica abandonada para mantener un encuentro y “aclarar” una situación personal. Sin embargo, la reunión nunca fue lo que parecía.
Los indicios apuntan a que el adolescente fue llevado deliberadamente a un lugar sin cámaras ni testigos, donde lo esperaba una trampa mortal.
Celos, redes sociales y una relación conflictiva
El rol de la novia en la investigación
Uno de los ejes centrales de la causa es una relación marcada por los celos. La Justicia investiga si discusiones previas, vinculadas a fotos del joven con otras chicas en redes sociales, fueron el detonante del ataque.
La novia de Jeremías, de 16 años y última persona que lo vio con vida, estuvo varias horas sin ser localizada. Finalmente, fue detenida y será indagada en las próximas horas. Su declaración es considerada clave para reconstruir las últimas horas del adolescente.


