El primer ministro de Bulgaria, Rossen Jeliazkov, anunció este jueves la renuncia de su Gobierno luego de una protesta multitudinaria en Sofía y a solo tres semanas de la adopción del euro. Las manifestaciones denunciaban corrupción y desmanejos económicos, lo que precipitó la caída del gabinete.
Una dimisión marcada por la tensión política
Jeliazkov comunicó su renuncia y la de todo su gabinete durante una sesión parlamentaria en la que se analizaba una moción de censura. “Escuchamos la voz de la ciudadanía”, afirmó, en referencia a los reclamos que desde hace semanas exigen la salida del Gobierno.
El primer ministro defendió su gestión económica y destacó logros como la estabilidad macroeconómica, el aumento de la recaudación y un presupuesto 2026 enfocado en políticas sociales. Sin embargo, reconoció que estos avances “no pudieron ser explicados completamente” o “no fueron comprendidos” por sus adversarios políticos.
Reacciones políticas y el impacto de la crisis
La oposición celebra y exige elecciones libres
Assen Vassilev, líder del partido opositor Continuamos el Cambio, consideró la dimisión como “el primer paso hacia la normalización democrática” del país. La oposición reclama ahora comicios transparentes que permitan reordenar el panorama político.
Analistas señalan que la desconfianza pública en las instituciones se profundizó ante el temor por un posible aumento del costo de vida cuando Bulgaria adopte el euro como moneda oficial. “La sociedad está unida contra el modelo de gobierno actual”, explicó el sociólogo Dobromir Zhivkov.
Las protestas que forzaron la salida del Gobierno
Movilizaciones masivas contra la corrupción
El miércoles por la noche, decenas de miles de personas marcharon en la capital y en otras ciudades para denunciar supuestos hechos de corrupción estatal. El movimiento, integrado en gran parte por jóvenes, comenzó a fines de noviembre luego de que el oficialismo intentara aprobar de forma acelerada el presupuesto 2026, redactado íntegramente en euros.
Las manifestaciones lograron que el Gobierno retirara el proyecto el 3 de diciembre. Ese presupuesto incluía aumentos de impuestos y contribuciones sociales que, según la oposición, buscaban encubrir desvíos de fondos.
Testimonios desde la calle
Durante las protestas se escucharon consignas como “¡Dimite!” y se vieron carteles con frases como “¡Estoy harto!”. Gergana Gelkova, una joven de 24 años, aseguró a AFP que la corrupción se volvió “insoportable”, y agregó que muchos de sus amigos emigraron del país sin intención de regresar.
El gabinete de Jeliazkov, conformado en enero, era una coalición entre los conservadores del GERB —liderados por el ex primer ministro Boiko Borisov— y otras dos fuerzas menores, con apoyo parlamentario del partido representante de la minoría turca. La fragilidad interna y el desgaste social aceleraron su caída.
