El Villarreal–Barcelona se jugará en Miami y el Milan–Como en Australia. Aunque la UEFA dio luz verde de manera “excepcional”, Aleksander Ceferin advirtió que no debe tomarse como un precedente. La polémica ya divide a clubes, federaciones y aficionados.
La UEFA confirmó este lunes que aprobó, de manera excepcional, las solicitudes de las federaciones de España e Italia para disputar partidos oficiales de liga fuera de sus países. Se trata de una medida inédita en la historia del fútbol europeo moderno, que busca expandir el mercado del deporte a nivel global, pero que ya despertó un fuerte rechazo entre los hinchas tradicionales.
Los partidos que se jugarán fuera de Europa
El primer encuentro será el Villarreal vs Barcelona, correspondiente a LaLiga EA Sports 2025-26. Originalmente estaba programado para el 21 de diciembre en el Estadio de la Cerámica, pero finalmente se disputará el 20 de diciembre en el Hard Rock Stadium de Miami (Estados Unidos).
El segundo duelo será el AC Milan vs Como, de la Serie A italiana, previsto inicialmente para el 8 de febrero de 2026 en San Siro, que se trasladará a Perth, Australia, en el Optus Stadium.
En este último caso, la mudanza también responde a una cuestión logística, ya que el estadio milanés será sede de la ceremonia inaugural de los Juegos de Invierno 2026.
Una decisión “a regañadientes”
En su comunicado, la UEFA señaló que las solicitudes fueron aprobadas debido a “lagunas regulatorias a nivel mundial”, ya que el marco actual de la FIFA “no es lo suficientemente claro y detallado” respecto a los partidos fuera del territorio nacional.
Sin embargo, el organismo subrayó que la decisión no debe tomarse como un precedente, e insistió en que “los partidos de liga deben jugarse en casa”.
“Cualquier otra medida privaría de derechos a los aficionados fieles y podría introducir elementos distorsionadores en las competiciones”, advirtió el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin.
El impacto deportivo y comercial
El cambio de sede no es casual. En el caso del Barcelona, jugar en Miami —la ciudad donde actualmente reside Lionel Messi— garantiza un enorme atractivo comercial y mediático. La expectativa por ver al conjunto blaugrana en suelo norteamericano es altísima y se espera un estadio lleno.
En el caso del Milan, la visita a Australia representa una oportunidad de expansión de marca. El club ya había jugado amistosos allí ante el Perth Glory y la Roma, con buena respuesta del público local.
La reacción de los hinchas
Pese al entusiasmo comercial, las críticas no tardaron en llegar. En España, los aficionados del Villarreal expresaron su descontento por perder la posibilidad de recibir al Barcelona en casa, uno de los partidos más esperados del año.
En Italia, los tifosi del Milan también mostraron reparos, argumentando que el traslado rompe con la tradición y los derechos de quienes ya pagaron sus abonos de temporada.
La UEFA reconoció que “no existe un apoyo generalizado” entre hinchas, jugadores ni ligas europeas para este tipo de iniciativas, aunque admitió que las circunstancias actuales los llevaron a aceptar las solicitudes “de forma excepcional”.
Una decisión que puede cambiar el mapa del fútbol europeo
Detrás del discurso formal, hay un trasfondo claro: la expansión global del fútbol europeo. Con el éxito de torneos amistosos intercontinentales como el “Campeonísimo” entre campeones de Europa y Sudamérica, la UEFA busca nuevas audiencias y mercados, especialmente en Estados Unidos y Oceanía, donde el interés por el fútbol crece año tras año.
Aun así, el propio Ceferin cerró con un mensaje firme:
“Si bien es lamentable tener que permitir que estos dos partidos se celebren, esta decisión es excepcional y no debe considerarse un precedente. Nuestro compromiso es proteger la integridad de las ligas nacionales”.