Crisis vitivinícola en Mendoza: productores alertan que “el mercado de la uva está destruido”

La Asociación de Viñateros de Mendoza advirtió que la vitivinicultura enfrenta una crisis sin precedentes. Los costos se dispararon, las bodegas pagan por debajo del valor real y miles de familias productoras están al borde del quiebre.

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La Asociación de Viñateros de Mendoza (AVM) encendió las alarmas sobre la crítica situación del sector vitivinícola. En un comunicado reciente, la entidad —presidida por Eduardo Córdoba— aseguró que “el mercado de la uva está destruido” y reclamó medidas urgentes para evitar la desaparición del productor primario.

Según la organización, los costos de producción aumentaron de manera descontrolada durante el ciclo 2024/2025, mientras que el valor de la uva cayó incluso por debajo del año anterior. “Todo subió menos la uva”, sintetizó la AVM, apuntando a una ecuación económica que ya no resulta sostenible.

“Miles de familias al borde de la desaparición”

El comunicado destacó que la rentabilidad del sector atraviesa su peor crisis en décadas. Los viñateros denunciaron el abandono estatal, la presión impositiva y la falta de políticas que acompañen al campo mendocino.

“Hoy hay fincas abandonadas, trabajadores sin empleo y jóvenes que se van porque ya no ven futuro”, señalaron desde la AVM.

La situación afecta directamente a más de 100.000 trabajadores rurales, entre permanentes y temporarios. Además, la falta de inversión en renovación de viñedos y mantenimiento amenaza la sostenibilidad de la producción a largo plazo.

Los costos que asfixian al productor

La AVM detalló que los incrementos más fuertes se registraron en:

  • Energía y riego: +100%
  • Mano de obra de cosecha: +115%
  • Fletes: +95%
  • Impuestos y tasas: entre +50% y +250%

A esto se suma un esquema tributario considerado “confiscatorio”, ya que, según la entidad, el Estado se queda con el 57% del excedente puro de una finca productiva.

“Esto no es solo un problema económico, sino también social”, subrayaron. “Cuando cae el viñatero, se debilita todo el entramado rural: el pueblo, la escuela, el almacén, la cultura local y la tradición”.

Caída del consumo y exportaciones

Datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) muestran una tendencia preocupante: entre enero y agosto de 2025, el volumen total de vinos despachados cayó 3,5% en comparación con el mismo período de 2024.

El análisis por tipo de vino revela una leve mejora del 0,2% en tintos, pero una fuerte contracción del 13,1% en blancos.
En exportaciones, el descenso fue del 6,3%, con un retroceso del 5,2% en vino fraccionado y del 9,6% a granel, mientras que solo el mosto mostró un crecimiento del 5,5%.

Por su parte, Bodegas de Argentina informó que la facturación total del sector se redujo a la mitad de lo que representaba en 2010, alcanzando los niveles más bajos en 15 años.

“El vino sigue los vaivenes del poder adquisitivo del consumidor. Cuando el bolsillo se ajusta, se convierte en un producto prescindible”, explicó Milton Kuret, director ejecutivo de la entidad.

“Sin uva no hay vino, y sin vino no hay Mendoza”

La AVM cerró su comunicado con un mensaje contundente:

“Si queremos que Mendoza siga siendo la capital mundial del vino, primero debemos cuidar a quienes producen la uva. Sin productor primario no hay vino. Y sin vino, no hay turismo, no hay economía regional, no hay Mendoza”.

La crisis, reconocen los propios referentes del sector, no solo pone en riesgo la economía vitivinícola sino también la identidad cultural y social de toda la provincia.


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