Deniro hamburguesas en quiebra: qué pasó con la cadena

La cadena de hamburgueserías Deniro fue declarada en quiebra por el Juzgado Nacional en lo Comercial N.º 27, a cargo de la jueza María Virginia Villarroel. La decisión, publicada en el Boletín Oficial, llegó tras una acumulación de deudas y reclamos que la empresa no logró afrontar. El proceso legal ya tiene plazos definidos para acreedores y para la administración judicial de los bienes.

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El proceso judicial: plazos y medidas adoptadas

El fallo designó como síndico a Juan Manuel Ausa, quien será el encargado de verificar los créditos y administrar los activos de la compañía. Según la resolución:

  • Los acreedores podrán presentar documentación hasta el 2 de marzo de 2026.
  • El informe individual se entregará el 16 de abril de 2026.
  • El informe general será elevado el 1 de junio de 2026.

Además, el tribunal intimó a los responsables de la firma a poner a disposición del síndico todos los bienes vinculados a la sociedad. También les prohibió recibir cualquier pago, ya que serán considerados inválidos durante la etapa concursal.

El ascenso de Deniro: de un local barrial a más de 30 sucursales

Una marca que marcó tendencia en la última década

Deniro nació de la mano de Nicolás Sánchez y Esteban Siderakis en un pequeño local del barrio porteño de Belgrano. Con una propuesta centrada en hamburguesas gourmet —especialmente su reconocida versión de entraña—, la marca rápidamente ganó popularidad y se expandió por distintos puntos del país.

En su momento de mayor crecimiento, la empresa llegó a manejar más de 30 locales, impulsada por una estrategia de producción propia. Para sostener esa expansión, montó una planta en Mataderos donde elaboraba panes, medallones y salsas, con el objetivo de estandarizar la calidad y reducir costos.

Una estructura reducida mientras avanza la quiebra

Tras años de retrocesos y cierres, Deniro mantiene actualmente solo tres locales activos en la Ciudad de Buenos Aires: Almagro, Saavedra y Paternal. Mientras tanto, la marca queda sujeta al proceso judicial que definirá el futuro de sus bienes y obligaciones.


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