Desde la cárcel, así operaban Los Monos con la ayuda de un exagente de inteligencia, un expolicía y un fiscal

El desmantelamiento de una organización narcocriminal vinculada a la banda de Los Monos hace dos años, aunque representó un golpe significativo, no marcó el fin de las actividades delictivas en Rosario. Al contrario, reveló una rebuscada red de favores y complicidades que se extendían más allá de los muros de las cárceles.

A raíz de una investigación llevada a cabo por la Justicia Federal, en las últimas horas la Gendarmería realizó 21 allanamientos en Rosario, Corrientes, Misiones y la provincia de Buenos Aires. En estos operativos, detuvieron a 15 personas, entre ellas a un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), acusado de filtrar información a bandas narco ligadas a Guille Cantero.

Según se desprende del expediente iniciado en 2022, Leandro “Pollo” Vinardi, un nombre resonante en el ámbito criminal y quien solía trabajar para Cantero cuando este fue detenido, seguía operando desde el penal de Ezeiza, donde actualmente cumple una condena de 13 años por el homicidio del narco Sergio Pared en Santa Fe.

Leandro “Pollo” Vinardi fue condenado y está preso en Ezeiza. (Foto: La Capital)
Leandro “Pollo” Vinardi fue condenado y está preso en Ezeiza. (Foto: La Capital)

Su estrategia era utilizar a un hombre de confianza fuera de prisión para mantener su control sobre el negocio del narcotráfico en la región, después de que cayera preso hace dos años. Ese hombre era Guillermo “Chupa” Sosa, un barrabrava de Newell’s que causó temor durante varios meses bajo el nombre de la banda “Los Gitanos”. Al poco tiempo, cayó preso por un asesinato.

Después de horas de vigilancia y a partir del secuestro de celulares de varios presos, la Justicia reveló un entramado que alcanzaba a diferentes esferas del poder y funcionarios judiciales. Detrás de la fachada de una organización criminal local con barras y gente del barrio, se encontraba una red de influencia que involucraba a ex policías, un agente de inteligencia y un fiscal provincial.

La investigación federal, liderada por la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), sacó a la luz una serie de conexiones. Uno de los nombres clave en esta red era Juan José Raffo, un expolicía y prófugo de la justicia que cumplió condena por asociación ilícita en la megacausa Los Monos.

Raffo, según las acusaciones, no solo brindaba asesoramiento a Chupa Sosa desde las sombras, sino que también proporcionaba protección y financiamiento a grupos delictivos, incluida la compra y venta de cocaína.

El ex policía Juan José Raffo está detenido en una causa que salpica a altos jefes por corrupción. (Foto: Diario Castellanos)
El ex policía Juan José Raffo está detenido en una causa que salpica a altos jefes por corrupción. (Foto: Diario Castellanos)
Pero la trama no terminaba ahí, sino que ahora quedó involucrado un agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). Según los fiscales, este agente no solo proporcionaba información privilegiada a Raffo sobre las investigaciones en curso, sino que también mantenía vínculos con el fiscal provincial Mariano Ríos Artacho.

Este último, suspendido recientemente por la Legislatura, se vio envuelto en la controversia después de que se descubriera su relación con Raffo y el presunto encubrimiento de actividades ilícitas.

Durante la sesión extraordinaria, el fiscal desacreditó las acusaciones y afirmó que su relación con el agente de la AFI era “puramente profesional” y que no tenía conocimiento de las actividades ilícitas del agente ni de sus conexiones con otros miembros de la red criminal.

Ríos Artacho argumentó que su comunicación con el agente de la AFI se limitaba a “cuestiones laborales relacionadas con la seguridad y el orden público”, y que cualquier información proporcionada por el agente fue utilizada en el curso normal de sus deberes como fiscal provincial.

Además, Ríos Artacho habría intentado distanciarse de las acciones del agente de la AFI, afirmando que no estaba al tanto de sus actividades fuera de su papel oficial. También habría proporcionado documentación y testimonios que respaldaran su versión de los hechos, buscando así refutar las acusaciones en su contra. Sin embargo, a pesar de sus intentos de defensa, enfrentó una suspensión de 60 días.

Así cayó el agente de la AFI por presunta complicidad con bandas narco
La detención del agente de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) fue el resultado de una investigación llevada a cabo por las autoridades federales. Después de meses de seguimiento, vigilancia y recopilación de pruebas, se logró reunir suficiente evidencia para llegar a su arresto.

El operativo se llevó a cabo de manera coordinada entre agentes a nivel nacional, la PDI de Santa Fe, y fiscales federales, quienes actuaron bajo la autorización del Juzgado Federal N° 4.

El lunes fue indagado como parte de los seis detenidos que dejó el paso del Operativo Romaní por Rosario el viernes pasado, a partir de una investigación federal de la Fiscalía Federal Nº 2 y la Procunar.

En los allanamientos, la Gendarmería secuestró gran cantidad de armas y municiones. (Foto: TN)
En los allanamientos, la Gendarmería secuestró gran cantidad de armas y municiones. (Foto: TN)
Por cuestiones legales, no se puede revelar su identidad, debido a que está penado por el artículo 16 de la ley de Inteligencia Nº 25.520, aunque se filtró que el agente supo tener un perfil público, ya que ostentó durante años un cargo en la delegación local del Registro Nacional de Armas y un cargo importante en la AFI.

La Justicia lo tenía en la mira ya desde enero de este año, cuando, por orden del juez federal Carlos Vera Barros, efectivos del Escuadrón de Operaciones Antidrogas de la Gendarmería le secuestraron su celular en la puerta de su casa y lo dejaron ir. Ese teléfono marca Xiaomi fue peritado y de allí habrían surgido conversaciones con personajes del mundo del hampa en Rosario.

Finalmente, el viernes de la semana pasada fue detenido junto a otras 14 personas en 21 allanamientos hechos por la PFA en Rosario, Corrientes, Misiones y la provincia de Buenos Aires. El operativo se llamó Romaní, porque algunos de los investigados pertenecen a la comunidad gitana, y por lazos familiares estarían relacionados con viejos integrantes de Los Monos.

Fuente: TN