La Unión Europea y el Mercosur postergaron la firma de su acuerdo comercial hasta enero de 2026. La decisión fue confirmada en Bruselas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante la falta de consenso político y las fuertes resistencias internas en algunos países del bloque europeo.
La firma del acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea no se concretará en los plazos previstos. Durante la cumbre de líderes europeos en Bruselas, Ursula von der Leyen confirmó que no se alcanzó la mayoría cualificada necesaria para aprobar el texto esta semana, lo que obligó a reprogramar el proceso.
Según fuentes diplomáticas, los países sudamericanos ya fueron notificados de que el voto formal en el Consejo Europeo y la posterior rúbrica del tratado se realizarían a comienzos de enero de 2026.
Movilizaciones contra el tratado comercial
El anuncio se dio en una jornada marcada por protestas masivas de agricultores europeos en la capital belga. Los manifestantes rechazaron el acuerdo por considerar que expone al sector agropecuario a una competencia desleal con productos sudamericanos.
Las manifestaciones derivaron en incidentes con las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y cañones de agua luego de que se registraran ataques con pirotecnia y objetos contra edificios oficiales.
Dudas políticas de último momento
El principal obstáculo para avanzar con la firma provino de Francia, que mantiene una postura crítica frente al acuerdo, y de Italia, que solicitó más tiempo para evaluar el impacto del tratado.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reveló que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pidió una prórroga para analizar garantías adicionales para el sector agrícola de su país. Según Lula, Italia podría respaldar el acuerdo tras un período de revisión más extenso.
Un revés para los impulsores del tratado
Alemania, España y la Comisión Europea, a la espera
La postergación representa un contratiempo para Alemania, España y la propia Comisión Europea, que buscaban cerrar el acuerdo antes de fin de año. El sector agrícola europeo continúa manifestando su preocupación por la eliminación de aranceles y el posible ingreso de carne y granos sudamericanos, considerados más competitivos por sus menores exigencias regulatorias.
Aunque Brasil había advertido que no habría más margen para demoras, el Mercosur aceptó extender los plazos y mantener abiertas las negociaciones.


